«Nunca olvidaré que mató a Rocío de 35 puñaladas»

Las Provincias, B. LLEDÓ | VALENCIA., 03-12-2010

«Rocío era una gimnasta impresionante, muy sonriente y siempre ayudaba a los demás. Han pasado dos años pero nunca olvidaré que la mató. No podré recuperarla». Félix López habla con entereza del asesino de su hija. El 30 de noviembre de 2008, Jairo le asestó 35 puñaladas que acabaron con su vida. Pocos días antes, la joven, natural de Castellón, le había anunciado que quería el divorcio.

Hoy el homicida, de origen colombiano, está entre rejas. Tras un juicio celebrado en mayo y un recurso de apelación, la sentencia es firme desde algo más de un mes. Deberá cumplir 20 años de prisión por asesinato. Sin embargo, la reciente reforma del Código Penal acabará beneficiándole.

Así lo critica Félix. «Antes un extranjero condenado por un delito muy grave cumplía tres cuartas partes de la condena y luego era expulsado a su país por un periodo de 10 años. Tras el cambio de la ley, el plazo queda entre cinco y 10 años, a decisión del juez», se lamenta.

Con este cambio legislativo del apartado 2 del artículo 89, Félix y su mujer, Lucida, podrían llegar a cruzarse por la calle con el hombre que acabó con la vida de su hija cinco años antes de lo que lo hubieran hecho con la anterior normativa. «No podemos entender cómo en lugar de endurecer el Código Penal, se hace lo contrario», denuncia.

Para el padre de Rocío, su hijo pequeño sería el que peor lo pasaría al encontrarse cara a cara con Jairo. «Ella era su hermana mayor y siempre estaban juntos. Sería una barbaridad», afirma.

Félix se muestra impotente y recuerda que hay muchas voces en contra de esta reforma. «En Suiza se ha hecho un referéndum para que los extranjeros que cometan delitos graves, tales como asesinatos, violaciones o pederastia, sean expulsados para siempre y se ha aprobado por más del 50%», asegura.

Pese al sufrimiento de su familia, o quizá por ello, Félix creó una asociación hace más de un año (Avafir) para ayudar a otras víctimas de la violencia de género, como su hija. «Hay muchas personas que están pasando situaciones dramáticas y anímicamente están destrozadas», cuenta.

Este valenciano duda de la reinserción de algunos presos. «No digo que no se pueda conseguir en algunos casos, pero en otros, como el de estos asesinos, es muy complicado».

Durante el juicio celebrado en mayo, Jairo declaró que sólo se defendió de sus ataques. Incluso llegó a decir que fue ella quien cogió el cuchillo de 21 centímetros y se abalanzó sobre él. Nada más lejos de la realidad. Los forenses desmontaron su versión. «Todas las heridas de Rocío son claramente de defensa. Intenta como puede sujetar con sus manos el cuchillo desde el filo para evitar que le afecte a los órganos vitales», apuntaron en la vista.

Gritos y gemidos

También el testimonio de los testigos echó por tierra el alegato del colombiano. Su compañera de piso llamó a la Policía al escuchar gritos y gemidos y aseguró que, cuando entró en la habitación de Jairo, vio que Rocío intentaba hablar pero no podía y luego se cayó al suelo.

Félix lucha, desde la Asociación Víctimas y Justicia, para que se endurezcan algunos aspectos del Código Penal. Desde hace un año trata, además, de que se apruebe la Ley de Protección Integral a las Víctimas de Violencia, «que en la Comunitat ya se está redactando».

El padre de la joven asesinada en 2008 aboga por la prevención en los centros educativos desde edades muy tempranas. «Hay que recuperar valores que se han perdido. Debemos respetarnos unos a otros», sentencia.

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