pamplona. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a cinco años de cárcel y a una indemnización de 2.500 euros a Carlos B.M. acusado de detención ilegal, lesiones y amenazas, después de considerar probado que retuvo contra su voluntad y golpeó a una mujer que no le correspondía.

La sentencia, recurrible, relata que los hechos ocurrieron el pasado mes de abril, cuando el acusado, que ha sido absuelto de un delito de robo con fuerza, invitó a comer a un establecimiento de la Ultzama a la víctima, una mujer a la que tenía alquilada una habitación en su vivienda de Pamplona.

Finalizada la comida, ambos se montaron en el coche de él para volver a Pamplona, pero el hombre se dirigió hacia Francia por diversas carreteras secundarias ante el nerviosismo de la mujer, que desconocía los parajes, consideraba que era retenida contra su voluntad y le pedía reiteradamente que la llevara a la capital navarra.

En un momento dado, el acusado detuvo el vehículo, y tras sacar una botella de whisky del maletero y beber de ella, le dio a la mujer un botellazo en la cara, le agarró y estiró del pelo y le dedicó insultos y frases despectivas por su condición de inmigrante, diciéndole que “la iba a matar, la iba a hacer picadillo, que no iba a volver a casa”.

La resolución añade que, de nuevo en ruta, el acusado le dijo que estaba “harto” de que ella le hiciera “desprecios”, que estaba enamorado de ella aunque la mujer no le hacía caso, a la vez que le golpeaba con los puños en la cara y en los hombros.

En esas circunstancias, al pasar por Zubiri y reducir el piloto la velocidad, la mujer aprovechó para arrojarse fuera del coche a la calzada, donde fue auxiliada por dos viandantes mientras el acusado aceleraba el vehículo y se marchaba del lugar.