Dos inmigrantes, trabajando en una explotación agrícola legal en Cartagena. La foto es de archivo. :: A. GIL

La crisis agudiza el ingenio de los estafadores. La nueva modalidad de fraude descubierta en la Región de Murcia, y que ha puesto en alerta a la Seguridad Social en toda España, se basa en la creación de empresas sin actividad para facilitar a trabajadores que en paro los papeles necesarios con los que cobrar prestaciones públicas de forma irregular.

En la Región de Murcia se han descubierto hasta ahora 50 de estos ‘chiringuitos’ laborales y unos 800 supuestos trabajadores implicados, según informó ayer el jefe provincial de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, José Fuentes.

La labor de los inspectores ha permitido evitar el pago de prestaciones falsas por importe de unos 600.000 euros, agregó Fuentes.

El procedimiento era aparentemente simple: se utiliza a una empresa, creada y registrada legalmente, para justificar que unos determinados trabajadores han estado contratados por ella durante un tiempo, lo que les da a estos empleados el derecho a cobrar el paro. La realidad es que la empresa no tiene actividad alguna, los trabajadores no han dado un palo al agua y los papeles que justifican su actividad laboral y que emplean para percibir la prestación por desempleo son falsos.

Murcia, pionera

A cambio de facilitar el acceso a las prestaciones, los supuestos empresarios cobraban a los supuestos trabajadores una cantidad de dinero.

La Inspección de Trabajo de la Región de Murcia descubrió los primeros indicios de este fraude a mediados del pasado año, según explicó José Fuentes, al percibir que algunas de las empresas que figuraban como contratadoras no se les conocía labor empresarial ninguna.

El cruce de información entre las bases de datos de Trabajo y de la Seguridad Social y la investigación realizada por los inspectores de la Unidad Especializada de la Seguridad Social permitió dar con la nueva bolsa de fraude, que después se comprobó que estaba extendida por el resto de comunidades autónomas españolas.

Cultivos de secano

El jefe provincial de la Inspección de Trabajo relató a ‘La Verdad’ el caso de una estas empresas fantasmas. Un extranjero tenía montada en la Región de Murcia una empresa agrícola y figuraba como contratador de unos 160 trabajadores. Cuando fue interrogado sobre qué labor realizaba su empresa para disponer de tal plantilla, resultó que sólo disponía de dos hectáreas de tierras y además de secano, que son precisamente las que menos mano de obra requieren.

La subdirectora general de apoyo a la gestión de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social del Ministerio de Trabajo e Inmigración, Pilar Carranza, reconoció ayer la labor de los inspectores murcianos en la rueda de prensa que ofreció junto al consejero de Educación, Formación y Empleo, Costantino Sotoca, para informar del plan de actuaciones de la Inspección de Trabajo en la Región de Murcia durante el próximo año.

Carranza destacó que la Región había sido «pionera» en las inspecciones para destapar el fraude de las empresas que «simulan unas relaciones laborales para que los trabajadores obtengan una serie de prestaciones».

La dimensión nacional del fraude se puso de manifiesto cuando los inspectores comprobaron que varias de las empresas fantasmas con trabajadores murcianos estaban radicadas en ciudades repartidas por todo el territorio nacional.

La labor de la Inspección de Trabajo durante 2011 seguirá con la investigación de este tipo de fraude. José Fuentes adelantó que «ya se ha detectado otro número importante de empresas» que podrían estar incurriendo en la misma practica, por lo que espera descubrir a otras 50 empresas ficticias a lo largo del próximo año.

Estas sociedades fraudulentas, además de facilitar el cobro del paro de forma irregular, también se prestaban, a cambio de dinero, a dar cobertura a inmigrantes que necesitaban justificar un contrato para conseguir el permiso de trabajo.

La construcción, la limpieza y la agricultura son los tres sectores en los que, según el jefe de la Inspección de Trabajo, se concentra la mayoría de las empresas simuladas descubiertas. «Son los sectores – explicó José Fuentes – en los que es más fácil que las empresas dispongan de centros de trabajo móviles y carezcan de instalaciones fijas, por lo que es más difícil la labor de los inspectores».