La ONU alerta sobre el ritmo futuro de las migraciones
Deia, , 29-11-2010Ginebra. Alrededor de 214 millones de personas son emigrantes internacionales en 2010 y, de seguir el mismo ritmo de los últimos 20 años, serán 405 millones en 2050, por lo que los países deben preparase para el desafío, dijo ayer la Organización Internacional de Migraciones (OIM). En su Informe Mundial 2010 sobre Migraciones, el organismo de las Naciones Unidas subraya que el aumento de los inmigrantes en países en desarrollo es “inexorable” debido a la demografía, las necesidades económicas y los efectos del cambio climático.
Por ello, “tanto los gobiernos como los actores no estatales no tienen otra opción que adecuar recursos financieros y humanos para gestionarlo”. Además de los 214 millones de emigrantes internacionales que la OIM calcula para este año, existen otros 740 millones de emigrantes internos en los propios países en desarrollo y en los mercados emergentes.
Entre las razones para el previsible incremento de los primeros, el informe señala que se registrará en la fuerza laboral de los países en desarrollo, desde 2.400 millones de personas en 2005 hasta 3.600 millones en 2040. Ello acentuará el desequilibrio global entre la oferta de mano de obra y la demanda, y a este factor se sumará, además, el impacto del cambio climático.
Nuevos patrones El informe destaca que ya son evidentes nuevos patrones de la emigración, por ejemplo el que economías emergentes de Asia, África y Latinoamérica están adquiriendo creciente importancia como países de destino para emigrantes laborales. Ello está profundizando los movimientos de gente Sur – Sur y la necesidad de que estos países inviertan en políticas y programas de gestión de la inmigración.
El estudio también destaca que el número de emigrantes irregulares seguirá creciendo, a medida de que la oferta de mano de obra de los países de origen de los emigrantes supere a la demanda en los países de acogida. Los nuevos patrones de migración irregular comprenden un número cada vez mayor de menores no acompañados, solicitantes de asilo, víctimas de la trata de personas, o personas que intentan huir de los efectos del cambio climático, para quienes actualmente existe escasa protección internacional.
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