BARCELONa. Muriel Casals es la presidenta de Òmnium Cultural, la asociación que el pasado 10 de julio logró reunir a más de un millón de personas en las calles de Barcelona para protestar contra el recorte del Estatut por el Tribunal Constitucional. Cree que la cuestión de la identidad nacional ha estado más presente de lo que pudiera parecer en la campaña electoral.

Ha sido una campaña un poco estridente en algunos casos pero ¿cómo ha sido la campaña electoral desde el punto de vista de la identidad?

El debate ha sido interesante. Más que estridente, yo diría que han aparecido temas que normalmente no se tratan de una manera tan abierta. Creo que lo positivo es que los temas de la identidad han ido muy relacionados a los temas de la vida real.

¿Por ejemplo?

Por ejemplo la inmigración. Por ejemplo desde el punto de vista de la inmigración en Catalunya ha llegado más de un millón de personas en los últimos años, es muy importante para nosotros que estas personas se incorporen a la sociedad catalana plenamente como ciudadanos catalanes, con todos los deberes y con todos los derechos. Para ello qué es necesario, pues claro que encuentren trabajo, esto es básico, pero también que tengan contacto con la lengua y con la cultura catalana. Es decir, y esto es lo que se establece en nuestra legislación, que sean acogidos aquí y que tengan la oportunidad de aprender a hablar catalán.

El recorte del Tribunal Constitucional al Estatut ha quedado fuera del debate electoral. ¿A qué cree que se ha debido?

Sí y no, porque el recorte al Estatut dicho de esta manera quizá no ha salido mucho en la campaña pero sí que han salido cosas concretas. El tema que acabo de decir de cómo se incorpora la inmigración, el tema del uso del catalán como lengua preferente, todo esto está presente en la campaña. El tema de la financiación de la economía catalana, sobre todo el aspecto público de la economía catalana, el déficit fiscal, todo esto ha estado presente en el debate electoral. Normalmente en una campaña electoral las rivalidades aparecen más fuertes que en otros puntos de unidad y esto hay que aceptarlo. A partir del lunes, va a ser preciso recordar lo que un millón y medio de ciudadanos expresamos en la calle a los políticos, a los que estén en el gobierno y a los que estén en la oposición, que todos tienen un papel importante en el Parlament de Catalunya.