Las cámaras de seguridad han registrado en varias ocasiones la agresión de un pasajero a otro en el tren o el metro. El caso más recordado es el de aquel joven catalán que pateó en un tren de Barcelona a una chica ecuatoriana sin mediar palabra, sólo por su origen sudamericano. La escena desgraciadamente se repitió el pasado martes en Bilbao. Esta vez en un vagón del metro. Allí una joven paraguaya fue insultada y agredida por una pareja y, como en el caso de Barcelona, sin que ningún viajero mediara para acabar con los ataques.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 15.40 horas el pasado martes en la estación bilbaina de Sarriko. Fue allí cuando la joven accedió al metro, abarrotado de gente. Después de pedir permiso para acceder al interior del vagón, fue increpada por una pareja joven que la acusó de estar empujando a los demás viajeros y comenzó a proferirle insultos de carácter racista. «Le gritaron que todas las inmigrantes venían aquí a prostituirse por un euro, que olía mal y que seguramente vendría de prostituirse porque olía a hombre», relata Vilma López, presidenta de la Asociación de Paraguayos Guaraní Tetagua, que fue quien denunció ayer los hechos públicamente.

La joven respondió a los ataque y la pareja hizo lo propio a base de golpes. Empujones, tirones de pelo y hasta un puñetazo en el pómulo.

Y lo peor es que la agresión se cometió ante la indiferencia de todos los viajeros que en ese momento se encontraban en el metro. «No sólo le negaron el derecho de auxilio yéndose del vagón sino que en ningún momento llamaron a la policía», denuncia la representante de la asociación.

La joven pudo bajarse del metro en la estación de Moyua, desde donde llamó a la Policía Municipal. Los agentes acudieron a la llamada de la joven y sanitarios de la DYA le atendieron en el mismo lugar. En un principio no quiso interponer una denuncia contra la pareja pero acudió al día siguiente a la comisaría y demandó a sus agresores aportando un parte de lesiones leves.

La joven aún continúa atemorizada por la posibilidad de volver a encontrarse con la pareja. «Viaja cuatro o cinco veces al día en metro por motivos laborales y no sabe ni de dónde son. Teme volverse a encontrar con ellos porque el chico le amenazó con romperle la cara», relata la presidenta de la agrupación.

La Policía Municipal busca ahora testigos de la agresión e imágenes en el sistema de seguridad de Metro Bilbao, con ayuda de sus responsables, que ayuden a aclarar los hechos. «Todas las instituciones nos están apoyando, en ese sentido sí nos sentimos arropados, no estamos solos», afirma.