Rodríguez Zapatero se
presentó en Lérida, en la recta final
de la campaña de las elecciones catalanas,
con un discurso radical contra
la xenofobia, los mensajes cercanos
a la extrema derecha y presentando
al Partit dels Socialistes de
Catalunya (PSC) como el único partido
de la convivencia y que puede
«frenar los discursos que copian los
del Tea Party y los que imitan a la
derecha más extrema de Europa».
Ante unas dos mil personas que a
duras penas consiguieron ocupar las
sillas colocadas en el pabellón ferial
de Lérida, el líder socialista indicó
que los socialistas no pueden moverse
de este discurso de denuncia contra
actitudes que consideró irresponsables.
«Yono sé simedaoquita votos
defender que trataremos bien a
la gente que tiene mucho menos que
nosotros y que viene aquí a ganarse
la vida.Me da igual si me da o me
quita votos. Estamos hablando de
nuestros principios y es nuestra conciencia
de defensa de todos los seres
humanos en igualdad de condiciones
», afirmó.
Zapatero, que hizo de este asunto
el eje central de su mitin en un acto
al que acudieron un buen número
de inmigrantes, recordó las recientes
palabras de Josep Antoni Duran
Lleida advirtiendo de que en algunas
poblaciones de Cataluña nacen ya
más niños de inmigrantes que de catalanes.
El líder del PSOE contestó:
«Los hijos de los inmigrantes son tan
hijos como los de las personas que
han nacido aquí, Duran».
Este asunto lo enlazó Zapatero
con el segundo eje de su intervención,
el hecho de que ArturMas no
quiera debates televisados con José
Montilla. El dirigente socialista indicó
que uno de los motivos por los
que el candidato de CiU reniega de
estos debates es la inmigración,
«porque sería interesante ver cómo
explica su política en estamateria y
porque no se atrevería a repetir lo
que dijo Duran», afirmó.
Además, el líder socialista se preguntó
por quéMas todavía no ha rebatido,
una semana después, su afirmación
de que en estos siete años de
gobierno socialista en la Generalitat,
Cataluña ha alcanzado la mayor
cuota de autogobierno de su historia,
o que ha recibido la mayor inversión
en infraestructura de toda la democracia.
«No nos han refutado ninguna
de las dos cosas porque no pueden,
y por eso no quiere debatir Mas
con Montilla».
En esta línea, Zapatero indicó que,
por su experiencia, quien no quiere
debatir pierde –«ya le pasó a Rajoy
en 2004», recordó– y, a título personal,
indicó que «jamás votaría a un
candidato político que se niega a celebrar
un debate. Es una buena práctica
ciudadana».
El final de su intervención, al igual
que la del candidato del PSC a laGeneralitat,
JoséMontilla, fue para intentar
doblar el pulso a las encuestas
o, al menos, que no cunda aún más
el desánimo en las filas socialistas.
Así, Zapatero recordó que sigue
habiendo un alto número de electores
que todavía no ha decidido su voto
de cara a las elecciones del 28-N.
Por ello, proclamó que, si semovilizan,
aún están a tiempo de dar la
sorpresa: «Si queréis, el próximo domingo
haremos que siga Montilla
como presidente de laGeneralitat. Si
os ponéis a ello, lo conseguiremos».
Además, el secretario general del
PSOE dio un aviso serio a CiU para
que no se confíen con las encuestas:
«En unas elecciones a veces tenemos
las cosas fáciles y otras veces
menos fáciles. Pero siempre somos
muy difíciles de derrotar»