ACTO EN EL BARCELONA TEATRE MUSICAL

¡Ojo con la crucecita!

CiU ilustra a los inmigrantes sobre cómo entregar la papeleta para votar a Mas sin equivocarse.

El Periodico, 21-11-2010

No da con la tecla. CiU no consigue exponer una única doctrina de la gestión que propugna al afrontar la realidad de la inmigración. O bien ofrece una mano tendida, o bien opta por el discurso de la prevención.

Lo que hace una semana era un riesgo hoy es una oportunidad. El domingo pasado, Josep Antoni Duran Lleida denunció que la natalidad en Catalunya entraña un «problema»: «En Roses, Palafrugell, Salt y Lloret, más del 50% de los niños nacidos en los últimos tiempos son de madre extranjera». La misma federación que en Banyoles expresó esta inquietud, ayer se deshizo en halagos a la aportación de los extranjeros. Claro que ayer pedía su voto.

«¿Todo el mundo ha entendido lo de la crucecita?» La pregunta la hizo Artur Mas. Los destinatarios, los cerca de 2.000 inmigrantes de todos los continentes que participaron en el acto de CiU centrado en los foráneos. El tono del candidato desprendía buena voluntad. Pero era el de quien se dirige a un menor. A la que tiene delante a políticos extranjeros, Mas habla francés, inglés y lo que sea necesario. Pero ante los inmigrantes no se mueve, no se movió, del catalán. Eso sí, elevó la voz, un viejo método para hacerse entender en otros países. La crucecita de marras marcó la jornada.

130.000 votantes extranjeros

Según anunció Àngel Colom, responsable de la sectorial de inmigración de CDC, 130.000 «nous catalans» podrán votar el 28 – N. Colom quiso avisarlos: «Sé que en algunos países se pone una cruz al votar. Aquí no». A Mas pareció encantarle la idea y la retomó: «¿Todo el mundo ha entendido lo de la crucecita? Que nadie se equivoque marcando con una crucecita las papeletas. Y que nadie se equivoque de papeletas. Tal cual, la papeleta, pum». Y acompañó el consejo con el gesto de meter el voto en la urna. Pum. De hecho, Mas se prodigó en el lenguaje gestual hasta extremos realmente inesperados. Porque de repente anunció que recitaría el poema Les tombes flamejants, de Ventura Gassol, y cuando llegó el verso «tan a la vora de la mar dormia» situó una mano al lado de la cabeza y la ladeó, fingiendo que dormía. Cuando llegó a las «tombes flamejants», simuló que brotaba fuego de sus dos manos. Fue verdaderamente impagable.

La sectorial de inmigración de CDC, que con tanto entusiasmo dirige Colom, se encargó de preparar con mimo el acto, que tuvo lugar en el Barcelona Teatre Musical. Colom, más conocido por haber pedido y aceptado dinero de Fèlix Millet, y por la petición de la fiscalía de que sea imputado por ello en el marco del caso Palau, demostró que mantiene intactas sus virtudes oratorias.

No fue el primero en intervenir, un honor que correspondió a su colaborador Èric Bertran, que se ocupa de los jóvenes. Los nuevos catalanes jóvenes. Bertran, por cierto, también es conocido por otras facetas de su vida, que sin ser muy extensa (solo tiene 20 años) le ha dado para enviar amenazas de pega a empresas que no etiquetaban en catalán, ser detenido por ello por la Guardia Civil, denunciar esa detención, escribir varios libros, sumarse al proyecto de CDC y recibir, entre otros galardones, el de Segador de l’any en el 2006. No es poco.

Bajo la batuta de Bertran, una docena de «nous catalans joves» salieron a cantar Som catalans, con texto en catalán, castellano e inglés, compuesta para la ocasión y con una letra un tanto ruborizante: «Somos un país europeo, somos un país ganador y pedimos que Artur marque el futuro. Queremos salir de la crisis y levantar Catalunya con un Govern de los mejores, con un Govern muy fuerte». Colom arengó a los extranjeros, a ratos incluso gritando, y les advirtió de que ha llegado la hora de que aprendan catalán: «En Catalunya tenéis que hablar catalán. En casa hablad lo que queráis». Un consejo que se las trae.

Un folleto esclarecedor

Por si las advertencias orales no bastaban, la federación se encargó de que los asistentes se hicieran con un folleto tetralingüe titulado Cómo votar a CiU. En catalán, castellano, francés y árabe. Entre otras explicaciones, aparece de nuevo la cruz. «¿Tengo que marcar una cruz?», se pregunta en el texto, y se responde con mayúsculas y subrayados: «¡No! ¡No tienes que escribir nada, ni nombres, ni subrayados ni cruces!»

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