sE vuelve a aprovechar la situación de los inmigrantes en estado de ilegalidad administrativa para hacer bandera de la vieja mano dura con el objetivo de captar votos. La dirección del PP ha ido avalando una tras otra las propuestas populistas y demagógicas de su candidata en Catalunya, Alicia Sánchez – Camacho, y ha terminado por tropezar en la piedra de la xenofobia: un vídeo de campaña de los populares muestra a una tal Alicia Croft montada sobre una gaviota llamada Pepe disparando a inmigrantes e independentistas. El PP recurre de nuevo a los dos argumentos básicos que sostienen el discurso ultraderechista tradicional: a la zanahoria de la seguridad ciudadana se le añade la inmigración como primer factor de inestabilidad, y a la plurinacionalidad se le antepone el España se rompe que tanto gusta a los portavoces políticos y mediáticos del nacionalismo español de siempre. Con la inmigración, inciden en los aspectos negativos (espacios de marginalidad generadores de delincuencia, efectos perturbadores sobre el empleo, los salarios y los derechos laborales o problemas de integración cultural o religiosa), obviando su aportación al crecimiento económico y a la recaudación fiscal. El PP no hace sino seguir la estela de otros movimientos conservadores europeos que han utilizado la inmigración y el patrioterismo ramplón como elementos de agitación electoral – ya sea Sarkozy en Francia, Merkel en Alemania o Berlusconi en Italia – , que sustituye un planteamiento de soluciones y alternativas por la designación de un chivo expiatorio al que cargar todos los problemas sociales y contra el que dirigir el malestar ciudadano.