Nada como el barrio o la parada del ascensor social

La Vanguardia, Ciudadanos, 18-11-2010

Algo más de 100.00 personas cambiaron de domicilio en Barcelona el año pasado sin abandonar la ciudad. Así se pone de manifiesto en los datos del padrón municipal correspondientes al 2009 –dados a conocer ahora por el Ayuntamiento–, que reflejan que una gran parte de las mudanzas en el interior del municipio se hacen sin salir ni siquiera del distrito. En algunas zonas, como en Nou Barris, dos de cada tres personas que dejan un piso para trasladarse a otra vivienda barcelonesa efectúan este desplazamiento mínimo, es decir, dentro del propio distrito.

Los datos sobre esta migración interna complementan los publicados por La Vanguardia el pasado 18 de octubre, según los cuales, en el 2009, unas 90.000 se empadronaron en Barcelona, procedentes de otros lugares, mayoritariamente de otros municipios del área metropolitana, y 60.000 hicieron la mudanza en sentido contrario, saliendo de la capital catalana.

El estudio del padrón señala, indirectamente, algo que también ponen de relieve todas las encuestas municipales: la satisfacción de los barceloneses de vivir en un determinado barrio les lleva a puntuar con notas más altas su territorio cotidiano que la ciudad en su conjunto y, por lo tanto, a sentar raíces en él. Si bien otra lectura menos positiva de los registros del padrón municipal indicaría que el ascensor social, que entre otros indicadores se refleja en el cambio de lugar de residencia –el pasar de una zona concreta a otra de mayor estatus–, se ha quedado parado en algún sitio.

El documento elaborado por el departamento de Estadística del Ayuntamiento apunta otro hecho interesante desde el punto de vista del fenómeno de la inmigración. Los ciudadanos que carecen de la nacionalidad española protagonizaron la mitad de los 103.916 cambios de domicilio –siempre sin abandonar Barcelona– consignados en el padrón. Se trata de un dato remarcable si se tiene en cuenta que los extranjeros representan menos del 18% de la población. En este capítulo destaca por encima de todos los colectivos nacionales el de los pakistaníes, que se mueven bastante más que otros grupos más numerosos, como los peruanos o los ecuatorianos. De un tiempo a esta parte, en municipios vecinos, como l’Hospitalet o Badalona, se detecta este mismo fenómeno.

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