AL DÍA LOCAL

«Sólo a través del respeto nos conoceremos payos y gitanos»

Los gitanos de Euskadi celebran estos días con sus familiares y amigos el Día del Pueblo Gitano Vasco, una fecha que fue instituida en 2005. Montxo Jiménez Camelamos adiquerar

Diario Vasco, JAVIER MEAURIO jmeaurio@diariovasco.com | SAN SEBASTIÁN., 18-11-2010

No ha habido discursos, ni comunicados, pero sí reuniones en sus casas, en las que acompañados de familiares y amigos, una cerveza, un vino o un refresco, han bebido y comido en un ambiente alegre en el que han dominado las conversaciones. Y es que al gitano le gusta sobre todo la convivencia, la charla con los suyos y es por eso por lo que no han encontrado esta semana otra fórmula para celebrar el Día del Pueblo Gitano Vasco, que fue instituido el 16 de noviembre de 2005. José Ramón ‘Montxo’ Jiménez (Errenteria, 63 años) es el presidente de la Asociación Camelamos Adiquerar (Queremos hablar) y considera que todavía queda un largo camino por recorrer para que gitanos y payos nos conozcamos.
- ¿Se ha avanzado mucho desde hace cinco años en el reconocimiento del pueblo gitano?
- Sí y no. Ha habido avances pero también retrocesos. Es una lucha ardua y siempre lo digo y me moriré haciéndolo, que sólo a través del respeto, el diálogo y la convivencia acabaremos conociéndonos, porque no nos conocemos. No vale decir que sólo lo mío es lo bueno. Nadie es mejor que nadie. Todos tenemos los mismos derechos que el vecino y éste igual que los que tengo yo.
- ¿Pero en algo se habrá mejorado?
- Estamos algo mejor. Por ejemplo, los niños están prácticamente todos escolarizados y éste es un gran avance porque el futuro es de los niños, payos o gitanos, escolarizados. Si se interrelacionan y se abren los unos a los otros, ganan en nivel cultural y ahora, además, participan juntos no sólo en las clases sino también en actividades y trabajos de tiempo libre.
- ¿La comunidad gitana vive de alguna manera en ghettos en el País Vasco?
- En Gipuzkoa no. Muchos se han instalado en casas decentes en Errenteria e Intxaurrondo, pero sí se nota el hacinamiento. Los gitanos se casan jóvenes y los padres no van a dejar a sus hijos en la calle, por lo que se producen esas situaciones de masificación en viviendas. A lo mejor no cumplen la ley y no digo que no se tenga que cumplir, pero creo que debería haber cierta flexibilidad para determinadas situaciones. Menos rigor y más humanismo, en suma. ¿No van a pretender, además, que con todo el retraso cultural y educativo que llevamos nos vayamos a poner al día en unos pocos años? Donde sí se han formado ghettos es en Bilbao y Vitoria.
- Ustedes constituyen una población de unas 20.000 personas en la CAV, 4.000 en Gipuzkoa y 15 millones en todo el mundo y sus problemas básicos siguen siendo el paro, la vivienda, la educación y las sanidad. ¿Con la crisis las situaciones se han agravado?
¡Y de qué manera! Si la crisis afecta a los que tienen dinero imagínese a nosotros, que no tenemos preparación para encontrar empleos dignos y solo conseguimos trabajos precarios, como los mercadillos, la chatarra… Estamos haciendo cosas, pero la crisis es un problema gordísimo.
- ¿Su asociación mantiene encuentros con otros grupos gitanos instalados en el País Vasco?
- Por supuesto. Cada una trabajamos a veces en campos diferentes, pero tanto con la vizcaína Kalé Dor Kayikó como con las alavesas Iniciativa gitana y La Chodron (Buen Camino) así como con la Fundación Secretariado Gitano y el Secretariado Gitano de Cáritas Diocesana mantenemos buenas relaciones.
- ¿Y con Europa?
- Yo he sido vocal de la Unión Romaní en el congreso que se desarrolló el pasado año en Barcelona. Allí coincidí de nuevo con Juan de Dios Ramírez Heredia, que es un buen amigo y muy cercano. ¡Claro que hacemos cosas, pero el mundo está en peligro porque se está deshumanizando! No se puede ver al gitano con ese estigma con el que nos miran. Somos distintos pero debemos respetarnos. Lo más absurdo sería que todos fuéramos iguales. A mí por lo menos me resultaría terriblemente aburrido.
- A veces se tiene la idea de que los gitanos son muy longevos, de que lo de vivir muchos años va unido a su genética.
- Pues la realidad es muy diferente, ya que el gitano tiene de diez a doce años menos de esperanza de vida.
- Hace unos días las Juntas Generales recibieron a una treintena de niños -payos y gitanos
para conmemorar el Día Mundial de la Infancia y se colocó la bandera del pueblo gitano.
- Son actos que se agradecen, pero no debemos olvidarnos de que además de los pasos administrativos, somos los propios gitanos los que debemos cambiar nuestra mentalidad hacia la educación y el estudio, y no es tan fácil.

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