La religión en la agenda política
La Vanguardia, , 17-11-2010Jordi Moreras
Tras la visita de Benedicto XVI a Barcelona, parece oportuno comentar las propuestas de los diferentes partidos políticos catalanes en materia de religión. O mejor dicho, de religiones en plural, puesto que ya se acepta que nos encontramos ante una pluralidad de cultos y sensibilidades. En Catalunya siempre hemos estado a la vanguardia en el reconocimiento de las diversidades culturales y lingüísticas, de ahí que la incorporación del hecho religioso plural haya sido relativamente fácil en los marcos interpretativos que toman como referencia los partidos políticos.
Tres de los seis partidos parlamentarios (CiU, ERC e ICV) incluyen un apartado específico en sus programas, mientras que el resto hace alguna referencia aislada a lo religioso. PSC y PP vinculan directamente pluralismo religioso a inmigración, dejando entender que su regulación representa un paso más hacia la integración de estas poblaciones. Los populares, en línea con su escoramiento ideológico, sugieren que lo religioso puede derivar en factor de fragmentación social.
Lo significativo es ver cómo los partidos utilizan el término laicidad, por ser un término de reciente uso que no forma parte de la cultura política de este país. De nuevo son PSC y PP, junto con Ciutadans, los que se abstienen de utilizar este término en su programa, lo que es particularmente significativo en el caso de los socialistas, pues en su programa marco aprobado en junio se hacía referencia a la laicidad como base del pluralismo filosófico y religioso. Así, representa un claro contraste que CiU se comprometa a defender una laicidad positiva, que asegure la neutralidad de los poderes públicos. ERC, el partido bajo cuyo mandato han recaído las competencias en materia religiosa durante los dos tripartitos (excepto durante el periodo de interregno entre ambos), defiende nuevas propuestas de laicidad, anunciando que actuarán desde la laicidad, pero sin concretar qué entienden por ella. ICV sitúa la laicidad en su genética referencial, defendiéndola como elemento de convivencia democrática.
Tras las promesas electorales veremos qué significado y uso siguen dando estos partidos a la laicidad, manteniéndola como un simple recurso retórico o como la base sobre la que comprender nuestro propio pluralismo religioso.
J. MORERAS, Universitat Rovira i Virgili, Tarragona(Puede haber caducado)