“UN niño en medio del conflicto entre el Sáhara y Marruecos vive esperando llegar a la edad para poder coger las armas”. Rachid Lamen es un saharaui de 19 años que lleva 8 viviendo en Aoiz. Para él, de pequeño, el futuro no tenía una salida diferente a la guerra. “De crío creía que iba a ser un guerrero. Luego me vine aquí, empecé a estudiar y vi otras soluciones: más diplomacia, diálogo, aunque últimamente veo todo muy complicado”, relata.

La comunidad saharaui en Navarra ronda las 120 personas. La mayoría de ellas vive en Aoiz. El viernes salieron a la calle para concentrarse contra la situación en la que se encuentra su pueblo tras el ataque marroquí al campamento saharaui de protesta de Gdeim Izik, a las afueras de El Aaiún el pasado lunes. Al grito de “Marruecos culpable, España responsable”, los saharauis mostraron su condena a los abusos que, según dicen, está cometiendo el Gobierno marroquí.

Pero la entrada en el citado campamento no ha hecho sino reabrir un conflicto que parecía estancado desde 1991, cuando el Frente Polisario y el Gobierno de Marruecos firmaron un alto el fuego.

“Lo más denunciable que está haciendo Marruecos con el Sáhara es no darle su tierra, lo primero. Luego ya los asesinatos de estos días, que entren en un campamento lleno de niños, mujeres embarazadas, ancianos, y que entren con agua caliente, hirviendo: eso es entrar para matar”, explica Lamen.

El joven saharaui también recuerda el asesinato de Nayen Elgarhi el pasado 24 de octubre. “Consiguieron matar a un chaval de 14 años denunciándole, diciendo que es un asesino. Lo tirotearon. Con las personas que han muerto estos días también ha sido así, los marroquíes han matado porque han querido”, denuncia.

crítica a marruecos Emradih Abdelahe critica el cierre informativo que ha impuesto Marruecos. “La única verdad que sabemos es que nuestros familiares nos llaman todos los días y nos cuentan que las cosas están muy mal con los marroquíes, que no se puede vivir allá con ellos, que es inaguantable. Espero esas pocas noticias nerviosísimo porque tengo a mi familia allí”, relata. Por su parte, Mahfud Mohamed señala que las personas que están en zonas ocupadas les dicen que la Policía y los militares están registrando todas las casas, buscando a los activistas para detenerles. “La gente está sufriendo, las condiciones en El Aaiún son insoportables”, añade.

Los tres saharauis coinciden con Salmi Mohamed, otro saharaui de 19 años afincado en Aoiz, en que Marruecos “no hace nada” por solucionar el conflicto. “La única solución es la intervención bélica por parte del Frente Polisario contra Marruecos. Es duro, pero es la única solución porque Marruecos no va a ceder”, afirma Mohamed.

Abdelahe considera que quien puede solucionar la situación es “España, que tiene la mitad de culpa, Francia, Estados Unidos y la ONU” y Lamen considera que “la ONU no hace nada, por mucho que habla; Marruecos no tiene miedo porque está apoyado por Francia y Estados Unidos; y España es una de las grandes responsables porque está involucrada históricamente”.

Mahfud Mohamed, el veterano del grupo, de 40 años, indica que el pueblo saharaui solo quiere paz. "Si no hay paz, que salgan las Naciones Unidas y nos dejen luchar y morir por nuestra tierra. Estamos dispuestos a darlo todo por la libertad del Sáhara y lo que pedimos es el referéndum. Si los saharauis dicen “sí” a Marruecos, de acuerdo; y si apoyan la independencia, que nos den nuestros derechos", opina. Mohamed también pide a la MINURSO “que haga un análisis sobre lo que sucede en el Sáhara y que lo trasmita al mundo”. Además, recuerda que desde 1991 “todo el mundo sabe que el Sáhara está muriendo y nadie hace nada”.

El veterano Mohamed relata que “hoy en día, en tierra ocupada, está pasando de todo: están matando gente, deteniendo a inocentes. El territorio está bloqueado y no puede entrar la prensa”. “El mundo con los ojos abiertos mira como si no pasara nada y eso no es justo”, dice.

“La única salida que tienen los saharauis es que el Sáhara sea libre, un país democrático e independiente”, explica Lamen. Al preguntarle si la única victoria de Marruecos sería matar a todos los saharauis contesta que sí, pero que eso “es imposible”. “Aunque muera uno, otro nace, y mientras haya un saharaui respirando, habrá Sáhara libre. Lo habrá, y espero estar vivo para verlo”, añade.

Por eso, el joven confiesa que quiere volver “de aquí a un mes”. “Me gustaría ir al muro, a manifestarme con los españoles de la asociación de Amigos del Pueblo Saharaui. Y si hay guerra, habrá que ir otra vez”, expone.

Ante esta situación, Salmi Mohamed se siente “impotente y decepcionado con el Gobierno Español”. “En la última legislatura ha apostado fuerte por los derechos humanos en países donde no debería y ante el problema del Sáhara ha echado un poco la cortina”, sostiene. Sobre el propio conflicto, el joven indica que los saharauis no están contra el pueblo de Marruecos, sino contra su “dictadura”.

“No es una monarquía, es una dictadura. Exigimos que se cumpla la legalidad internacional porque a partir de 1991 con la tregua del Polisario y Marruecos se llegó al acuerdo en el que se nos concedía el derecho a la autodeterminación mediante el referéndum. Desde entonces, Marruecos ha estado poniendo trabas y las seguirá poniendo”, expresa.

El joven señala que la distancia le hace vivir el conflicto “incluso con más fuerza” “¿Por qué tendría que olvidar mis raíces? Yo soy más culpable de que todo esto esté ocurriendo que los que están en los campamentos”, apunta y afirma que lo que le lleva a seguir luchando es su familia, su gente y el Frente Polisario. “También las heridas de mi padre , y las heridas de mis tíos”, asegura.

Mohamed califica de “injusticia” el ataque al campamento de Gdeim Izik, y critica que “España no ha querido reconocerlo ni va a hacerlo, porque hay intereses tanto políticos, como económicos y sociales”. “¿Qué pasa, que tiene miedo el Gobierno español al Gobierno marroquí? ¿Qué les van a hacer? ¿Van a abrir la frontera a las pateras? Éste es el problema que tiene España: que tiene miedo y no tendría que tenerlo”.

Los saharauis de Aoiz tienen claro que, mientras estén en Navarra, harán “lo único” que pueden hacer. “Dar ánimo” a las personas que están en los territorios ocupados, organizar manifestaciones, “gritar, dar la cara ante el mundo”, y “tratar de que la gente se entere de lo que está haciendo Marruecos”.