POLÍTICA SOCIAL
Los vascos toleran menos la inmigración
El 61,4% cree que las personas extranjeras afectan negativamente a la seguridad. El observatorio Ikuspegi alerta del riesgo de brotes xenófobos debido a «estereotipos falsos»
Diario Vasco, , 11-11-2010Muchos vascos creen que Euskadi sufre una auténtica invasión de inmigrantes que reciben más ayudas sociales que la población autóctona y que, entre otros problemas, traen consigo un incremento de la delincuencia. Lo creen aunque no sea cierto y a pesar de que se les muestre con datos objetivos una realidad opuesta.
La presencia creciente de estos prejuicios, difícilmente evitables, es una de las conclusiones del último barómetro del Observatorio Vasco de la Inmigración-Ikuspegi, presentado ayer en Bilbao. La encuesta revela que un 61,4% de los vascos, diez puntos más que en 2009, considera que los inmigrantes afectan negativamente a la seguridad ciudadana. También es elevado el porcentaje de ciudadanos que piensan que las personas extranjeras se benefician excesivamente del sistema de protección social (68,8%), pagan menos impuestos de lo que luego reciben (42,6%) y generan inseguridad y delincuencia (55,7%).
Para los autores del estudio, estos datos reflejan que «en los últimos años la postura de la población vasca se ha endurecido, es algo más crítica, menos tolerante y más restrictiva con la población extranjera». Y revelan también que este endurecimiento está basado en «ciertos estereotipos falsos y prejuicios negativos que parecen ser en parte autónomos con respecto a los hechos reales».
Durante la presentación del barómetro de 2010, el director de Inmigración del Gobierno Vasco, Miguel González, mostró su preocupación por «la extensión de ciertos prejuicios que no se corresponden con la realidad y que podrían ser un caldo de cultivo para manifestaciones xenófobas y racistas». Para evitar que este problema aumente, González insistió en la necesidad de «estar vigilantes» y establecer «diques de contención ante los prejuicios».
Por este motivo, abogó por impulsar políticas integradoras en el ámbito social y laboral para desterrar «falsas creencias», aunque reconoció la dificultad de luchar contra ellas. González admitió que es complicado hacer frente a «prejuicios que son mecanismos de análisis simplista de la realidad ante los que muchas veces la información veraz no consigue nada».
Chivos expiatorios
El responsable de Inmigración puso como ejemplo de este desfase entre percepción y realidad la pregunta de la encuesta sobre la cantidad de personas extranjeras que hay en el País Vasco. «Le preguntas a la gente cuántos inmigrantes hay y responde que el 18%, pero cuando le pones delante el padrón y le dices que son el 6,4%, contestan que da igual, que de todas formas son muchos». A juicio de González, quizá la dificultad de echar por tierra un prejuicio se deba al hecho de que «la necesidad de dar explicación a realidades complejas en un contexto de crisis y poca confianza en el futuro puede generar el fenómeno del chivo expiatorio al que se le acusa de todos los males que sufre la sociedad». «Esto es un mecanismo peligroso ante el que hay que estar alerta», indicó.
El observatorio considera que entre los prejuicios de los vascos es «especialmente preocupante» el que vincula a la inmigración con la delincuencia. Según los responsables del estudio, la actual situación de crisis económica «puede intensificar este tipo de discursos», si bien las tasas de delincuencia no han cambiado desde los años 90 pese al incremento de la población inmigrante.
A pesar de todo, la situación es «razonablemente buena». González destacó que Euskadi se encuentra entre las comunidades autónomas con posturas menos restrictivas respecto a la población inmigrante. Según el estudio, la población vasca no ve en la inmigración un problema, ni de Euskadi ni personal, ya que es citado sólo por el 15,4% de los vascos, por detrás del paro (82,4%), las dificultades de índole económica (34,6%), la vivienda (21%) y ETA (20,9%).
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