barómetro 2010 sobre inmigrantes
La mayoría de los vascos no ve amenazada su identidad con la llegada de inmigrantes
La mitad de la población asegura que esta situación enriquece su estilo de vida
Deia, , 11-11-2010bilbao. Además de las reacciones de la sociedad vasca ante la llegada de personas inmigrantes a Euskadi, la cultura y las señas de identidad propia son otro de los aspectos que aborda el Observatorio vasco de Inmigración, Ikuspegi, en su último estudio Barómetro 2010. De él, se desprende que más de ocho de cada diez vascos – concretamente el 82,4% – consideran que los extranjeros deberían esforzarse en adoptar las costumbres de los autóctonos para conseguir integrarse en la sociedad, mientras que seis de cada diez vascos opinan que las personas autóctonas no tienen porqué adaptarse a las costumbres de los inmigrantes.
Por otra parte, en lo que a idiomas y cultura se refiere, el estudio refleja que la mitad de los vascos no siente amenazadas sus señas de identidad ni tampoco el euskera, a pesar de que estas cuestiones también sufren un descenso en comparación con otros años. En esta línea, seis de cada diez personas aseguran que la llegada de inmigrantes no frena el progreso del euskera, mientras que dos de cada diez consideran que la presencia de extranjeros acarreará la perdida de identidad vasca.
El mismo abanico de población cree que las prácticas religiosas de estos colectivos ponen en riesgo el estilo de vida de los vascos, mientras que el 33,2% se opone a que construyan templos u otros edificios para la práctica de sus religiones y que disfruten de centros de enseñanza propios. En esta línea, el 47% de la población no vería con malos ojos que los inmigrantes recibieran cursos gratuitos de euskera para acercarse a la cultura vasca, frente al 40% que se opone rotundamente a esta medida.
Otro de los capítulos que cierra el apartado de la parte cultural del trabajo se centra en la posibilidad de que los extranjeros que vienen a Euskadi abran restaurantes exóticos, comercios propios o que sean propietarios de tiendas de alimentación con productos de su país de origen. En esta ocasión, al igual que en la mayoría de cuestiones, los altibajos vuelven a ser una constante, lo que viene a refrendar la idea del Observatorio vasco de Inmigración de que en Euskadi conviven rasgos manifiestamente abiertos con otros que denotan posturas más reacias. Así, seis de cada diez personas ven con buenos ojos que un inmigrante abra un restaurante, mientras que dos de cada diez son contrarios a que hablen entre sí su propio idioma.
Simpatía y afinidad Por otra parte, en lo que a afinidad se refiere, los marroquíes son el colectivo inmigrante que menos simpatía genera entre la población vasca – con una nota media de 3,43 en una escala de 0 a 10 – mientras que los europeos y argentinos son los colectivos que gozan de un mayor grado de aceptación entre los vascos – 6,53 y 6,15 respectivamente – . Por último, en lo que a población inmigrante se refiere, Rumania es el país extranjero que más población aporta a Euskadi, con un total de 15.290 personas; seguida de Marruecos, con 14.386, y de Colombia, con 12.794. Les sigue Bolivia, con 12.062 y Portugal, con algo más de 9.000.
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