bilbao. Las reacciones y percepciones de los vascos ante las más de 139.000 personas inmigrantes que conviven en la actualidad en Euskadi – el 6,5% de la población – están marcadas por un paulatino endurecimiento del discurso que denota una postura algo más crítica que la recogida años atrás. Esta es, al menos, una las principales conclusiones que se extrae de la presentación del Barómetro 2010 realizado por el Observatorio vasco de Inmigración, Ikuspegi, donde se revela, entre otros datos, que seis de cada diez vascos consideran que la llegada de inmigrantes a Euskadi viene ligada de un repunte en la inseguridad ciudadana, 10 puntos por encima de los datos recogidos el año pasado. Además, según los informes presentados ayer, más de la mitad de la población considera que la presencia de inmigrantes genera inseguridad y delincuencia, frente a un 22,6% que se muestra en desacuerdo y un 20% que no se postula ni en favor ni en contra de esta cuestión.

Los encargados de llevar a cabo este estudio, los sociólogos Xabier Aierdi y Juan Antonio Oleaga, reconocieron que las respuestas de los encuestados – 1.400 personas repartidas en 29 municipios vascos – reflejan una visión más restrictiva y algo menos tolerante que las obtenidas en otros estudios, por lo que no descartaron que la actual coyuntura económica pueda propiciar que se incrementen este tipo de discursos. Aun así, ambos matizaron: “Pese a la llegada de inmigrantes en los últimos años, las tasas de delincuencia no han variado desde los años 90”.

Siguiendo con los datos que se desprenden de este Barómetro 2010, siete de cada diez vascos consideran que todos los inmigrantes deberían tener garantizada la asistencia sanitaria, tanto los que permanecen en situación regular como irregular, mientras que algo más de seis de cada diez (63,4%) piensan lo mismo sobre el derecho a la Educación. Sin embargo, estas apreciaciones sufren un importante deterioro cuando se habla sobre las ayudas sociales o el acceso a una Vivienda de Protección Oficial. Al respecto, uno de cada diez vascos y dos de cada diez, respectivamente, niegan cualquier opción de acceso de la población extranjera a este tipo de ayudas.

Inmigración – desempleo Otro de los binomios analizados por este estudio es el relacionado entre la llegada de inmigrantes y el aumento del paro entre los vascos. De hecho, seis de cada diez personas creen que la llegada de extranjeros a Euskadi viene precedida de un aumento del desempleo, frente al 21,7% de la población que se manifiesta en contra. La otra cara de la moneda sale a la luz cuando se pregunta sobre si los inmigrantes que residan en Euskadi y no encuentren trabajo deberían regresar a sus países de origen: algo más de la mitad (54,7%) afirma que no deberían irse frente al 19% que opina lo contrario.

Uno de los datos más “preocupantes” que arroja este trabajo y que hasta ahora permanecía en tendencia descendente es el del 6,2% de la población que se decanta por prohibir por completo la entrada a Euskadi a los inmigrantes , frente al 82,6% que considera que solo se debería permitir el ingreso a las personas que vengan con un contrato laboral bajo el brazo.

A este respecto, el director de Inmigración del Gobierno vasco, Miguel Ángel González, advirtió de que la sociedad debe estar alerta y vigilante ante los prejuicios que se están extendiendo en la población contra los inmigrantes , ya que, según aseguró, “estos pensamientos que en los últimos tiempo se están extendiendo carecen de bases reales y pueden ser caldo de cultivo para actitudes racistas y xenófobas”.