La mujer degollada no denunció a su pareja tras una agresión anterior
Según un amigo, le tenía miedo y le daba pena porque «lo había recogido en la calle»
El Mundo, , 05-11-2010Carmen R. J. estaba harta de que su compañero, Issam M., le pegara y maltratara, pero nunca se atrevió a denunciarlo. Tampoco en dos ocasiones en que la llamaron a declarar después de que unos vecinos alertaran a la Policía, el pasado 13 abril, de una fuerte bronca en su piso. Entonces se acogió a su derecho a no hablar.
Ni siquiera quiso acusar a Issam cuando, según le reveló a Isidro, anterior pareja suya durante 14 años, le pegó una puñalada cuando ella fue a verlo al bar donde trabajaba. Su silencio atemorizado le ha costado la vida.
Issam, de 36 años y natural de Casablanca, elevó su violencia y el miércoles, sobre las 20.00 horas, la degolló en el piso donde vivían, en el número 15 de la calle Luis Cadarso de Sevilla. En su huida, Issam se cruzó en la calle con Isidro, que precisamente esperaba a Carmen para que le contara, según habían quedado, los problemas que tenía con su actual compañero: el continuo maltrato y que no trabajaba.
Al pasar, el fugitivo le hizo a Isidro el gesto con la mano de cortar el cuello, por lo que avisó a la Policía y a otro marroquí que vivía en el piso de la pareja para poder acceder en el interior. Dentro encontraron a Carmen en medio de un charco de sangre. Al filo de la medianoche, agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía en Sevilla encontró «escondido» a Issam junto a un hipermercado lejos del lugar del crimen. Tenía una mochila con un cuchillo.
Jesús Ramírez, conserje del edificio en el que vivía la mujer, contó ayer a los periodistas que tanto los vecinos como la Policía conocían los episodios de violencia que sufría la víctima porque «estaban constantemente de peleas y broncas». «Le pegaba unas palizas muy fuertes», dijo. Pero el vecindario no se quería «involucrar ni saber nada de ellos» porque estaban de «okupas».
La consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, precisó ayer que, a raíz de la llamada de un vecino, «esta mujer fue llamada a prestar testimonio y hasta dos veces se acogió a su derecho a no declarar, por lo que no confirmó en ningún momento que estuviera sufriendo violencia». «Los vecinos», añadió, «hicieron lo que tenían que hacer».
A Issam le constan tres detenciones anteriores y pesaba sobre él una orden de expulsión. Carmen le contó a su antiguo novio, según éste, que seguía con él y no lo denunciaba porque tenía miedo de él y al mismo tiempo le apenaba separarse porque «lo había recogido de la calle».
En Andalucía han muerto 16 mujeres a manos de sus parejas en lo que va de año, una más de todas las muertas en 2009.
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