El triunvirato latino de los republicanos
Susana Martínez se convierte en la primera gobernadora hispana de EEUU
El Mundo, , 04-11-2010Corresponsal
Marco Rubio, hijo de exiliados cubanos, flamante senador por Florida a los 39 años. Susana Martínez, 51 años, primera gobernadora hispana (Nuevo México) en la historia de Estados Unidos. Brian Sandoval, 47 años, primer gobernador hispano en el estado de Nevada…
Hasta aquí, el insólito triunvirato latino de los republicanos, que aspiran no sólo a reconquistar el terreno perdido entre los hispanos sino a reescribir las reglas del juego y quién sabe allanar por primera vez el terreno a la Casa Blanca a un candidato que se maneja en español con la misma soltura que en inglés (los gritos de «Marco, presidente» arroparon su sonado triunfo el martes).
El irresistible ascenso de Marco Rubio, apadrinado por la dinastía Bush, ha sido sin duda uno de los grandes golpes de efecto de los republicanos. Rubio arrimó el ascua al Tea Party y abanderó la revuelta interna contra el ex gobernador republicano Charlie Crist, que tuvo que concurrir finalmente como independiente y sufrió una humillación en las urnas a manos de la joven promesa conservadora.
«Mis padres vinieron a este gran país y trabajaron muy duro para que yo pudiera vivir el sueño americano», asegura en español en uno de los vídeos más celebrados de su campaña (Padres), en el que cuenta escuetamente su experiencia como hijo de exiliados cubanos y padre de cuatro hijos nacidos en Florida.
«Voy al Senado con los ojos bien abiertos», advirtió el joven e intachable senador, que hereda el escaño del histórico Mel Martínez. «Recen por mí para que no cambie», advirtió, no sin antes prometer que reclamará en Washington responsabilidad fiscal y contención del gasto público. Con una agenda conservadora en lo social y en política internacional, Rubio dedicó su triunfo «a la comunidad exiliada».
Una historia bien distinta es la de Susana Martínez, nacida en El Paso (Texas) hace 51 años y descendiente de bisabuelos mexicanos. La primera gobernadora hispana en Estados Unidos, curtida como fiscal en el condado de Doña Anita, ha logrado dar la campanada en Nuevo México prometiendo mano dura contra la inmigración ilegal y seguridad en la frontera (en un estado con el 45% de la población hispana).
Llamada cariñosamente la abogadita por su propia abuela, rebautizada despectivamente como la tejanita por sus detractores, Martínez ha derrotado a la maquinaria del ex gobernador hispano (demócrata) Bill Richardson y se ha impuesto en las urnas a la vicegobernadora Denish.
En declaraciones a EL MUNDO, dos semanas antes de su victoria y en un español de «cuarta generación», Martínez admitió que sentía un doble orgullo «como mujer e hispana» en el caso de llegar a gobernadora, y prometió luchar por las mujeres (la violencia doméstica ha sido uno de sus campos de batalla) y por los niños de Nuevo México.
Una de sus primeras medidas, anunció, será dejar sin efecto la ley que ha servido para proporcionar el carné de conducir a 50.000 inmigrantes indocumentados en Nuevo México. «Nuestro estado no se puede convertir en un santuario para los ilegales», declaró.
Forjado también como juez federal antes de dar el salto a la política, Brian Sandoval (47 años) puso el contrapunto en Nevada a la derrota de la candidata del Tea Party Sharron Angle, que perdió en su contienda contra el veterano Harry Reid. Sandoval ganó precisamente la partida como gobernador a Rory Reid, el hijo predilecto de la dinastía, por un margen bastante superior del que se presagiaba (54% a 41%) y pese a la campaña millonaria del demócrata. Sandoval mereció duras críticas por presumir de que sus tres hijos no parecen hispanos y por tanto no deben temer a leyes draconianas como la de Arizona.
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