El delegado del Gobierno informó ayer de que los cerca de 50 bengalíes, que fueron detenidos en Melilla y trasladados a un centro de internamiento y estancia en Barcelona, serán en breve acogidos por los servicios sociales y por oenegés de la ciudad, puesto que la orden de repatriación no se ha tramitado en el plazo legalmente establecido.

Escobar recordó que con los bengalíes se está cumpliendo la legislación y que estas personas salieron de la ciudad dentro de un procedimiento de expulsión. Posteriormente fueron trasladados a un CIE (Centro de Internamientos de Extranjeros) de Barcelona con la autorización judicial correspondiente, con un plazo de 60 días para ejecutar la repatriación.

Toda vez que esa orden no se ha ejecutado, entre hoy y mañana los bengalíes abandonarán el centro y serán acogidos por los servicios sociales y la oenegés. Entre tanto, se seguirá estudiando su situación humanitaria y las posibilidades de su regularización en base a lo que establece la ley.

«Triunfo» de las instituciones

Según informó ayer en un comunicado la oenegé ‘Papeles para todos’, la puesta en libertad de estos inmigrantes es el «triunfo» de la lucha de distintas organizaciones y entes sociales, además de la de ellos mismos.

Tras recoger 15.000 firmas, llevar a cabo concentraciones o huelgas de hambre, los inmigrantes siguieron luchando por una vida digna en España, según la organización, que destaca también el trabajo de los abogados que recurrieron la detención de estas personas.

La oenegé critica a la Delegación del Gobierno en Melilla, «quien se ha negado repetidamente a aceptar el trámite de sus peticiones de residencia pese a que cumplían todos los requisitos legales» – más de 3 años de estancia, penales en regla y contrato de trabajo – .