La Guardia Civil localizó a una inmigrante de origen subsahariano oculta en un reducido habitáculo construido en el salpicadero de un coche que accedía a Melilla a través de la frontera con Marruecos. La interceptación se produjo en la frontera de Farhana, al detectar los agentes allí destinados problemas mecánicos en un vehículo. Al pedir al conductor que se bajara del turismo, éste mostró signos de nerviosismo, por lo que se inició un reconocimiento que dio con la inmigrante. La mujer, de unos 25 años y que dice proceder de Camerún, se encontraba “completamente contorsionada y encajonada” en un reducido espacio y tuvo que ser auxiliada para salir. Se le practicaron primeros auxilios, dado el estado de ansiedad que presentaba, desorientación y fuerte llanto, además de quejarse de dolor en la rodilla izquierda, que le impedía ponerse en pie. Esto motivó su traslado al servicio de urgencias, donde no se le apreciaron lesiones graves, más allá de la “inhumana” posición en la que había estado. Según la Guardia Civil, en este caso llama la atención el modelo de vehículo, un utilitario de tamaño pequeño, que hace difícil concebir cómo pueden introducir allí a una persona de envergadura considerable.