La agencia europea de control de fronteras (Frontex) desplegará el martes sus equipos de intervención rápida para combatir la inmigración ilegal (RABIT) en Grecia y así asistir a las autoridades locales en la tarea de atajar el creciente flujo de entradas irregulares desde la vecina Turquía.

Frontex ha llegado en las últimas horas a un acuerdo de colaboración con las autoridades griegas para poner en marcha un plan en el que participarán 175 efectivos de veinticuatro países de la Unión Europea y del área Schengen, ha informado la Comisión Europea (CE) mediante un comunicado.

“Los agentes de Frontex asistirán a las autoridades griegas en la labor de control de fronteras con total respeto a los derechos fundamentales y las garantías internacionales”, ha apuntado la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, quien viajará la próxima semana a Grecia para controlar la operación sobre el terreno.

Atenas solicitó el pasado 24 de octubre a Bruselas la intervención de Frontex, después de recibir en los últimos días un creciente flujo de inmigrantes en situación ilegal de terceros países que utilizaban la fronteras de Turquía con Grecia como “puerta” a la Unión Europea.

Según la CE, la situación es especialmente “dramática” en la frontera entre Grecia y Turquía a la altura de la ciudad helena de Orestiada, en la que se separan ambos países por un estrecho de apenas 12,5 kilómetros, y donde se habría producido un aumento notable de la llegada de inmigrantes en los últimos días.

En los últimos años, las fronteras de Grecia con Albania y Turquía son los dos puntos por donde se producen más entradas ilegales a la Unión Europa, ya que suman entre ambas el 88 por ciento del total en 2010.

Frontex calcula que en 2009 se produjeron 106.200 cruces ilegales en el conjunto de las fronteras exteriores de la UE.