elecciones legislativas en eeuu

Obama trata de contener la decepción del votante hispano

El dirigente recibe críticas por incumplir la promesa de reformar la ley de inmigración. Las encuestas revelan una desmotivación de los latinos para ir a votar.

El Periodico, IDOYA NOAIN / Nueva York, 29-10-2010

A Milton, que trabaja como camarero y estudia negocios y hostelería en Los Ángeles, no le convence ninguno de los candidatos que van a las urnas el martes en California. Ni demócratas ni republicanos. Su discurso es algo difuso al hablar sobre el presidente de EEUU, Barack Obama, por el que votó en el 2008. Sin embargo, su tono es contundente cuando sentencia: «Aquí a los latinos nos hacen de menos».

Que Milton se sienta discriminado, como tantos otros inmigrantes en situación regular y con derecho a voto, es preocupante tanto para los demócratas como los republicanos. Los primeros, históricamente, han atraído la mayoría del voto hispano, pero ahora se enfrentan al descontento y ven con preocupación datos como los de una encuesta reciente del centro Pew, según la cual el martes solo acudirán a votar un 51% de los latinos registrados, un 20% menos que la población general.

Los republicanos, mientras, son conscientes de que no pueden dar por perdido a un votante que representa el 9% de EEUU, un grupo que supondrá el 25% de la población del país para el 2040 y que, además, en muchos casos está ideológicamente más cercano a ellos, en especial en temas como el aborto.

En pocos sitios como en California se entiende mejor la disyuntiva de los conservadores. Fue aquí, en 1994, con una situación de recesión no muy distinta a la de hoy, donde el gobernador republicano moderado Pete Wilson decidió radicalizarse y canalizar la rabia de los ciudadanos por la inmigración ilegal.

«El precio de su victoria fue que asentó la imagen de los republicanos como antiinmigrantes que el partido ha intentado combatir desde entonces sin éxito», explica David Lauter, ayudante del director de Los Angeles Times. «Si hacen cualquier intento ahora de acercarse al hispano arriesgan alienar a sus bases».

Lo intentan de todas formas, como ejemplifica el hecho de que Newt Gingrich, uno de los presidentes más conservadores que ha tenido la Cámara baja, haya creado un blog en español. Y el mayor éxito lo ha tenido Susana Martínez, candidata republicana a gobernadora de Nuevo México, una mujer de origen hispano con duro discurso antiilegales que gana en las encuestas.

«NO SOY EL REY» / Obama, mientras, ha comprobado de primera mano el resentimiento que le guarda la comunidad hispana por no haber cumplido su promesa de reformar las leyes de inmigración en su primer año de mandato. La semana pasada, cuando grabó en Los Ángeles una entrevista para el programa de Eddie Piolín Sotelo, tuvo que escuchar como el más popular presentador de la radio en español le echaba en cara que «no ha hecho suficiente» para lograr la reforma, además de poner sobre la mesa datos como que, bajo su presidencia, se ha producido el mayor número de deportaciones.

Obama se defendió con frases como «no soy rey» y puso el peso de las acusaciones sobre los republicanos que han bloqueado los avances en el Congreso. Pero, más allá de promesas de futuro, intentó movilizar a un voto que necesita, especialmente en un sitio como Nevada, donde el líder del Senado, Harry Reid, está mucho más amenazado de lo que nunca se anticipó por la candidata del Tea Party, Sharron Angle.

«Si la comunidad latina decide quedarse en casa obtendremos menos representantes en Washington y será menos probable acometer la reforma», afirmó. Asumía, obviamente, que la comunidad latina prefiere demócrata.

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