La amenaza del Tea Party podría estimular el voto latino

Canarias 7, EFE, 23-10-2010

La amenaza del movimiento ultraconservador del Tea Party podría animar a la comunidad hispana de Estados Unidos a votar en las elecciones legislativas del próximo noviembre, aseguró hoy Rahaf Harfoush, una de las creadoras de la campaña en Internet que aupó al poder a Barack Obama en 2008.

“El voto hispano ha sido siempre muy importante porque representa una parte increíblemente importante de la población” estadounidense, declaró Harfoush, experta en nuevos medios de comunicación, en una entrevista con Efe.

La ex asesora de Obama hizo esos comentarios antes de intervenir en la segunda jornada del I Congreso de Mentes Brillantes, un foro que se celebra hasta este sábado en Málaga con la participación de más de veinte líderes de opinión mundiales.

Harfoush cree que la pujanza del Tea Party, vinculado esta semana por la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP) con grupos racistas, “podría” animar a los hispanos residentes en el país norteamericano a ir a las urnas para respaldar al Partido Demócrata de Obama.

“Conectar con ellos (los hispanos), entender sus preocupaciones siempre ha sido una prioridad de la Administración de Obama”, dijo una de las artífices del “Yes, we can” (“Sí, podemos”), el lema que llevó a la Casa Blanca al primer presidente negro de EEUU.

“Espero que la amenaza de un Partido Republicano más radical anime a más gente a ir a votar y apoyen a los demócratas”, recalcó la antigua estratega de Obama, quien se muestra “segura de que hay algunas personas en ese movimiento que son racistas”, pero no se atreve a “pintar todo el movimiento de esa manera”.

Ante los comicios legislativos de noviembre, el Tea Party se ha impuesto en algunas de las elecciones primarias del Partido Republicano con su defensa de los valores tradicionales.

Harfoush, que se define como “una gran admiradora de las posturas moderadas”, confiesa sentirse “algo preocupada” por la emergencia de esa corriente integrada por “gente muy conservadora que empieza a tener posturas muy radicales sobre muchas cosas”.

Preguntada si el Tea Party, que tiene como estandarte a la ex gobernadora de Alaska Sarah Palin, puede triunfar y llegar a tener influencia en Washington, la experta responde, con cautela, que no se puede desestimar a ningún “adversario” político

“Cuando Barack Obama se presentó (a las elecciones de 2008), nadie pensó que tenía posibilidades y acabó siendo el presidente. Yo no desestimo a nadie”, advirtió la especialista en medios digitales.

Harfoush no considera que el Tea Party constituya una amenaza particularmente para Obama, porque “cualquier movimiento dentro del partido republicano puede ser considerado una amenaza”.

Sin embargo, admite, Obama “está en una posición muy difícil. Tiene la tarea de cambiar el país, todo el mundo tiene grandes expectativas y él sólo lleva en el poder dos años”.

Lo que sí parece claro, en su opinión, es que las elecciones legislativas serán una “disputa muy reñida”, y marcarán “el escenario competitivo” para los comicios presidenciales de 2010 si los republicanos “logran más escaños” que los demócratas.

De cualquier manera, precisa, resulta difícil hacer predicciones sobre la suerte electoral del Tea Party, ya que “dependerá de cómo se sienta el país”, dado que “los últimos dos años de Estados Unidos han sido muy duros en el terreno económico, en política exterior, y es un país que ha vivido un gran descontento y tensión”.

“Por tanto – prosiguió – , alguna gente puede pensar que la única opción de cambio es ir en la dirección totalmente opuesta a la que hemos seguido hasta ahora”.

La ex colaboradora de Obama opina que el Tea Party – que toma su nombre del movimiento anticolonialista de finales del siglo XVIII llamado Motín del Té de Boston o “Boston Tea Party” – va a empujar a los republicanos “a ser más conservadores, lo que es un pena”, ya que ese movimiento “endurece muchas de sus opiniones, particularmente en temas como la inmigración”.

Harfoush espera que los republicanos “lo puedan arreglar internamente y mostrar a los americanos que el radicalismo no es la solución, y que un contexto de tolerancia y diversidad cultural sólo puede beneficiar a todo el mundo”.

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