La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, culpó ayer a CiU de primar la inmigración musulmana sobre la latina con fines identitarios. La líder de los populares catalanes y candidata a la presidencia de la Generalitat, aseguró que el alto volumen de extranjeros de confesión islámica que viven en Cataluña se debe a la política de construcción nacional que aplicaron los nacionalistas durante 23 años de gobierno, en la que, según la dirigente popular, los extranjeros de habla castellano se habrían resistido más a la integración en catalán que los magrebíes.
«El perfil de la inmigración de Cataluña tiene características diferentes a la del resto de España. Aquí los gobiernos de CiU apostaron por la inmigración de países musulmanes en lugar de la de países de origen hispano para que nos les perjudicara su proyecto nacionalista», dijo Sánchez-Camacho, quien advirtió de que «nuestra inmigración extracomunitaria tiene más de un 40% de población musulmana que está planteando problemas de integración».
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el total de magrebíes —especialmente marroquíes y argelinos— en Cataluña ascendía en 2009 a 235.732, cifra muy superior a la la Comunidad de Madrid (85.566), Comunidad Valenciana (9.127) o Andalucía (109.458). Asimismo, el número de inmigrantes subsaharianos era de 69.244 en Cataluña, más elevado que en las comunidades de Madrid (38.260), valenciana (24.022) y andaluza (27.939). El volumen de pakistaníes en la comunidad catalana era de 36.498 y de hindúes —aquí el porcentaje de musulmanes es menor—, de 18.730. En los últimos cinco años, la población latina ha aumentado hasta situarse en 401.201 personas en Cataluña frente a los 472.844 de Madrid.
Sánchez-Camacho insistió en su propuesta de crear un contrato de integración en el que se reconozcan los derechos y deberes. de los inmigrantes, y expresó su apoyo a la cancillera Angela Merkel, quien el pasado fin de semana dio por fracasado el modelo multicultural sin integración aplicado en Alemania. «Las experiencias de otros países, como Alemania, ponen sobre la mesa que es necesario abordar la inmigración de una manera más seria, sin la complaciencia y la frontera permeable para los ilegales que ha permitido el presidente José Luis Rodríguez Zapatero», concluyó.