Medio centenar de colegios vascos tienen más de un 30% de alumnos inmigrantes

El Correo, MARTA FDEZ. VALLEJO, 17-10-2010

Uno de cada diez colegios vascos – es decir, más de un centenar de los alrededor de mil existentes en Euskadi – tiene más de un 20% de alumnos extranjeros. En torno a cincuenta superan el 30% de menores procedentes de otros países, el límite que fijan los responsables educativos para que un centro pueda cumplir su misión de integrar socialmente a los inmigrantes sin correr el riesgo de convertirse en un gueto. La tarea de repartir a esos estudiantes se ha convertido en un reto de extrema dificultad para la Administración, ya que se trata de un colectivo que opta en su inmensa mayoría por las escasas aulas de castellano de la red y por escuelas o institutos a los que ya acuden otros niños de su mismo origen. En paralelo, los padres autóctonos huyen de un colegio en cuanto se dispara la proporción de esos jóvenes.

La línea roja que puede encender todas las alarmas la han superado con creces una veintena de centros en el País Vasco, en los que más de la mitad de sus escolares son extranjeros. Están enclavados en Bilbao, Vitoria y la Margen Izquierda del Nervión. A media docena, que superan el 70%, ya se les ha colgado la etiqueta de guetos.

El reparto entre territorios y redes – pública y privada – es desigual. En Euskadi estudian 22.000 inmigrantes, lo que supone cerca del 7% del total de alumnos; casi 15.000 están matriculados en colegios e institutos públicos; el resto, en centros concertados. La mayoría son latinoamericanos, seguidos de los africanos, principalmente marroquíes. Álava soporta el mayor peso. Roza ya el 10% de estudiantes de otros países, frente al 4,8% de Guipúzcoa y el 6,7% de Vizcaya.

El territorio alavés sufre también la mayor desproporción en la distribución. Casi el 14% de los escolares de la red pública son extranjeros y se concentran en un puñado de colegios. En Divino Maestro, Judizmendi o Santa María de Vitoria, por ejemplo, estudian entre un 60% y un 80%. «En ningún caso se está cumpliendo el objetivo que se marcaba el Gobierno vasco de que los centros no superen el 30% de alumnos de otros países», explica la portavoz de las asociaciones de padres de la escuela pública vasca en Álava, Santa González.

Las agrupaciones de familias reclaman «con urgencia» al Departamento de Educación que ajuste el mapa escolar para corregir esta situación. «Tenemos que meternos de lleno, que se plantee un debate en el que participen el profesorado, los padres de familia y la Administración». Piden que en las comisiones de escolarización – encargadas del seguimiento de la matriculación de los inmigrantes que llegan a Euskadi – haya agentes sociales que puedan participar en las decisiones sobre cuál es el centro más adecuado para el menor.

«Tenemos concentraciones de extranjeros en algunos barrios por el ‘efecto llamada’, con lo que los colegios de esa área se llenan de inmigrantes», explica González. «Además, la inmensa mayoría opta por el modelo A, en castellano, porque muchos de estos chavales llegan cuando son mayores y es más difícil que se integren en líneas euskaldunes. Por ello acuden a los pocos colegios que tienen aulas de castellano», añade. Los padres consideran necesaria la reforma de modelos para acabar con las tres líneas actuales que «favorecen» los guetos.

La proporción de escolares de otros países en las aulas vascas está aún lejos de la situación de otras zonas de España. Hay comunidades que duplican las cifras de Euskadi, como La Rioja (15%), Madrid (14%) o Cataluña (13%). La propia consejera de Educación, Isabel Celaá, ha declarado que los ratios de inmigrantes en Euskadi son «manejables» por el momento.

Aún así, los responsables del departamento reconocen numerosas dificultades para evitar que se formen guetos. «Cuando se intenta desconcentrar, al curso siguiente se observa que esa inmigración vuelve a los mismos centros», ha declarado Celaá. A su juicio, se trata de un fenómeno natural puesto que las concentraciones se producen en determinadas ciudades, pueblos y barrios y «obviamente suelen ser familiares y amigos los que tiran de otros para venir al mismo sitio y optar por el mismo colegio». El departamento tiene claro que hay que evitar los guetos porque «el objetivo es integrar a todas las personas que lleguen a este país a través de la escuela».

Éxito escolar

Ana Zugaza, directora del instituto Bertendona, de Bilbao, que acoge en sus aulas a cerca de un 70% de alumnos de otros países, cree que la clave no es que un centro tenga un alto porcentaje de extranjeros, sino que «cuente con los recursos suficientes para evitar el fracaso escolar» de ese colectivo. «A los centros con mayor carga de situaciones diversas Educación nos da muchos más medios, más docentes de apoyo. Estamos bien tratados», apunta.

El Gobierno vasco dedica este curso a 41 profesores especialistas en promocionar la interculturalidad en escuelas e institutos con una proporción de inmigrantes superior al 20%. Otros 31 docentes cumplen tareas de refuerzo lingüístico. La responsable del Bertendona destaca, además, que la integración de estos jóvenes se consigue evitando el fracaso académico. «La clave es que consigan acabar sus estudios. La verdadera integración es el éxito escolar», añade. Ve complicado distribuir a los extranjeros por diferentes centros. Coincide en que el origen del problema son los modelos lingüísticos. «Los alumnos prefieren las líneas en castellano; quedan muy pocas y la mayoría están en la red pública», concluye.

La directora del instituto bilbaíno rechaza el tópico de que se trata de centros conflictivos. «Se consigue crear buen ambiente. La inmensa mayoría son chavales que llegan aquí en busca de una oportunidad que no tienen en sus países y la quieren aprovechar. Las familias son muy respetuosas», comenta.

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