El viceconsejero de Asuntos Sociales del Gobierno vasco, Fernando Fantova, rechazó ayer cualquier tipo de «vinculación» con ninguna asociación, colectivo o entidad que ingrese fondos públicos de la Administración autónoma, bien por la prestación de servicios, bien por la elaboración de estudios e informes. En declaraciones a EL CORREO, Fantova aseguró que su relación con la Fundación EDE, que se ha adjudicado un total de 5,5 millones de euros desde 2007 en contratos con el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales – entre ellos el del programa Biltzen – , se limitó a la realización de trabajos como «consultor externo», tarea que igualmente ha desarrollado en «diputaciones, ayuntamientos, la UPV, la Universidad de Deusto, así como innumerables entidades del Tercer Sector».

En todos esos casos, prosiguió el viceconsejero, su actuación ha sido siempre en calidad de experto en intervención social. «No soy accionista, ni socio, ni miembro del consejo de administración de EDE. La fundación ya ha recalcado que no he pertenecido a la plantilla de la organización ni a su dirección, de modo que es falso decir que tengo una ‘vinculación’ con ella».

Fernando Fantova agregó que, en cuanto se produjo su incorporación al Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, cesó en su «labor de asesoría» y se dio de baja en la Fundación Aldauri, a la que pertenecía. «Me considero una persona estricta – comentó – . Dentro del departamento, yo no formo parte de la comisión de valoración de las órdenes de subvenciones».

Acusaciones de ELA

Fernando Fantova indicó que siempre se ha conducido «con absoluta transparencia». Siendo conocida su proximidad al PSE, afirma que sus servicios han sido requeridos con «criterios profesionales». En este sentido, negó haber sido asesor del Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del anterior Gobierno tripartito, con Javier Madrazo como consejero. Según su explicación, fue llamado únicamente por la consejería de Ezker Batua para realizar tareas de «consultor». «La palabra ‘asesor’ tiene un significado concreto dentro del Gobierno vasco – precisó – . Es alguien de confianza nombrado por el consejero. Un consultor externo realiza un trabajo, pero un asesor tiene un vínculo. Ahora soy un cargo político, igual que si hubiera sido asesor».

El viceconsejero de Asuntos Sociales, que dijo haber recibido ayer numerosas llamadas de apoyo, rechazó la acusación del sindicato ELA de que, con el cierre del servicio de orientación jurídica a los inmigrantes (Heldu), decidido en julio pasado, han salido «beneficiados» el programa de integración cultural Biltzen y la Fundación EDE que lo administra. «Niego rotundamente haber dado cualquier trato de favor. No tengo nada que ocultar. Si tienen algo que presentar, que lo hagan», subrayó.

El viceconsejero reiteró que el programa Biltzen fue creado por Javier Madrazo. El actual equipo de Asuntos Sociales, continuó Fantova, ni le ha asignado más dinero público ni más recursos de los que ya tenía. «Las únicas irregularidades contrastadas y demostradas – acusó – corresponden al anterior Gobierno. A la adjudicación que hizo a la empresa Estudios y Proyectos Jurídicos SL del servicio Heldu».

El responsable de Asuntos Sociales señaló, una vez más, que esa entidad, con una plantilla de 12 letrados y 11 administrativos, fue creada «con la única razón de prestar el servicio contratado sin contar con ninguna otra actividad». «Se trataba de una adjudicataria que no ejercía como tal en la dirección del proceso de prestación del servicio, y no contaba de medios de gestión propios».

El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales advirtió ayer de que «no va a tolerar ninguna sombra de sospecha sobre las personas que trabajan en él». «La honorabilidad, honestidad y transparencia de todas ellas está fuera de toda duda y es una línea roja que no va a permitir que se traspase».