Política
Expertos advierten que la crisis ha traído la idea de que los emigrantes deben marcharse porque no hay para todos
Canarias 7, , 15-10-2010Los expertos en inmigración y profesores de la Universidad de La Laguna, Dirk Godenau y Vicente Manuel Zapata, han centrado el capítulo de Población del segundo debate de las Jornadas ‘Parlamento y sociedad: Ideas para el Futuro’ que se ha celebrado en el Parlamento de Canarias este martes y, entre otras cosas, han advertido que en la actualidad y con motivo de la crisis se tiene la idea que los emigrantes han cumplido un papel y ahora deben marcharse “porque no hay para todos”.
El análisis de la situación de la emigración y la desmitificación de argumentos empleados como “armas políticas” centraron su discurso en el debate que fue completado sobre la situación de la educación en Canarias del también profesor de La Laguna, Luis García.
Godenau comenzó diciendo que se suele hablar de la población como un fenómeno independiente, que no es real. Criticó que se hablara de la fragilidad del territorio como una base sólida y científica para rechazar la inmigración. Las decisiones sobre estos cambios han de ser políticas, pero “una hectárea de espacio antropizados en Canarias no es más frágil que en otra parte del mundo”.
El profesor lamentó también que este tema se convirtiera en una forma de “expiar” todos los males de la sociedad: “la gente es la que nos molesta para tomar decisiones”. Criticó, en esta línea, que se cargaran las tintas sobre la emigración.
Zapata, también director del Observatorio de Inmigración de Tenerife, ha destacado que en la última década se han producido 300.000 inscripciones en los padrones canarios lo que dibuja, en su opinión, una población diferente a la de hace una década, sin embargo, esto no es óbice para culpar de los males del archipiélago.
“La emigración en debate público se ha defendido como negativa por sus supuestas actuaciones, sobre todo cuando a las personas indocumentadas vía marítima y que han llegado de forma muy constreñida. La emigración es un fenómeno más amplio y complejo que hace que convirtamos un fenómeno en un problema y no lo consideremos una real oportunidad”, apuntó Zapata, que insistió que ni en la época de mayor afluencia de inmigrantes se produjo ningún conato social, salvo excepciones.
“La situación actual incidirá sobre la irregularidad sobrevenida. Las tendencias hablan de disminución de los diferentes flujos hay una mayor presión social sobre la vertiente irregular y sobre todo en aquella vertiente en la que son una competencia laboral o prestación de recursos y puede ser un foco de tensión que puede afectar a la convivencia. Sin embargo la reacción social sobre inmigración aún en situaciones de mayor intensidad migratoria, no ha habido episodios xenofóbicos, pero sí existen algunas localizadas”, explicó el director de Obiten.
“La crisis ha traido la idea de que los extranjeros han cumplido un papel y ahora deben marcharse por que no hay para todos. Si sigue puede generar una serie de repercusiones negativas en la cohesión de sociedad”, alertó el experto. Y EN EDUCACIÓN
Luis García fue el encargado de cerrar el debate y reconoció que la región ha pasado de tener un problema de analfabetismo en el siglo pasado a uno de asentismo en la Educación. Reconoció que en los últimos tiempos son los varones que están en secundaria y viven en zonas turísticas los que más abandonan la escuela en las islas.
“Antes de la crisis, no se sabía donde estaba el 30% de nuestros jóvenes porque no estaba en la seguridad social, ni en los colegios. Eso es un problema social serio porque genera un problema serio ‘generación ni ni’”, apuntó el profesor universitario. En su opinión además se habla de cifras y datos contables, pero no se contempla la satisfacción de los docentes, ni la del alumnado, como tampoco de la apertura de los centros o la participación de los agentes sociales en la educación.
En opinión del experto, se hace necesario mantener un sistema educativo fijo y no una continua renovación que genera inseguridad. Consideró necesario que se reconocera a los trabajadores sin cualificación pero con experiencia laboral, tal y como ha reconocido el Acuerdo de Lisboa.
“Es un gran reto, es una emergencia social acreditar a estos trabajadores en niveles uno”, adelantó García que apuntó que se importa a muchos titulados extranjeros y criticó la baja movilidad de los universitarios canarios a la hora de buscar empleo, además de una falta de coordinación entre las empresas y la legislación laboral. “La empresa crea categorías inexistentes”, apuntó para reclamar la necesidad de mejorar la autoestima de los universitarios canarios.
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