La Asamblea Nacional francesa aprobó ayer la ley que endurece el trato a los inmigrantes

La Asamblea Nacional francesa aprobó ayer la ley que endurece el trato a los inmigrantes

La desigualdad de oportunidades y la pobreza que sufren los jóvenes gitanos en una Europa rica son inaceptables, afirmó ayer en Bucarest el comisario europeo de integración, Laszlo Andor, que exhortó a los Estados miembros a actuar en favor de esta minoría. «Europa es una de las regiones más ricas del mundo y sin embargo muchos niños y jóvenes gitanos crecen en guetos urbanos o zonas rurales marcadas por la segregación», declaró durante la apertura de una conferencia sobre el uso de los fondos europeos destinados a esta minoría de 10 a 12 millones de personas.

La conferencia, prevista desde hace tiempo, se celebra tras la polémica suscitada por las expulsiones de gitanos búlgaros y rumanos de Francia, país cuyo Parlamento aprobó, precisamente ayer, el proyecto de ley sobre inmigración que incluye la posibilidad de quitar la nacionalidad a los naturalizados que hayan atentado contra las fuerzas del orden, o la expulsión de los ciudadanos comunitarios sin recursos.

El texto fue adoptado por 294 a favor y 239 en contra, un corto margen que refleja que el proyecto no contaba ni siquiera con el apoyo de todos los diputados conservadores que sostienen al Gobierno. Doce de estos votaron en contra y 16 se abstuvieron, mientras que la mitad de los socios centristas de la mayoría también se opuso a la ley, al igual que el conjunto de la oposición de izquierdas.

La ley, que será debatida ahora en el Senado, facilita la expulsión de los ciudadanos comunitarios que no tienen recursos propios y establece medidas que permiten el cierre de campos de gitanos. Además, endurece las medidas contra aquellos que vuelvan a Francia después de haber sido expulsados. Otra medida abre la puerta a la privación de la nacionalidad a aquellos naturalizados hace menos de diez años que atenten contra agentes del orden público.