La extrema derecha austríaca logró ayer un espectacular avance en las elecciones municipales y regionales de la ciudad y del estado federado de Viena, en la que el resto de partidos, incluido el socialdemócrata, que gobierna la capital, sufrieron un retroceso respecto a los anteriores comicios celebrados hace cinco años.

Los resultados otorgan al ultraderechista y xenófobo Partido por la Libertad (FPO), liderado por Heinz – Christian Strache, el 27,1% de los votos. Son 13 puntos más respecto al resultado obtenido en el 2005, lo que sitúa al FPO, cuyo eslogan en estas elecciones fue Demasiados extranjeros no es bueno para nadie, al mismo nivel que a finales de la década de los 90, cuando el dirigente del partido era el ya fallecido Jörg Haider.

Los socialdemócratas, que mantienen la alcaldía de la capital austríaca desde 1919 – a excepción de los siete años que estuvo bajo el mando nazi – ganaron los comicios con un 44,1% de los votos, pero sufrieron un fuerte retroceso de hasta cinco puntos respecto al resultado obtenido en el 2005, que fue de 49,1%, lo que les impide ahora renovar la mayoría absoluta de la que disfrutaban en la cámara municipal saliente.

El alcalde de la ciudad, Michael Häupl, que lleva en el cargo desde 1994, ya ha dicho que no va a asociarse con los ultraderechistas, así que lo más probable es que busque un acuerdo con los conservadores del Partido Popular, con los que los socialdemócratas ya forman actualmente y no sin dificultades una coalición en el Gobierno del país.

CRISIS E INMIGRANTES / En estas elecciones, en las que la participación fue del 55,6%, parte de la conocida como Viena Roja, por ser un feudo de la izquierda, ha dado la espalda al partido mayoritario, según los expertos, debido a la crisis económica, y al mal encaje de la inmigración, sobre todo en los barrios populares en donde ha calado el discurso xenófobo del FPO.

El partido de Strache, que quiere prohibir las mezquitas con alminares y el uso del velo islámico, ya logró el mes pasado un muy buen resultado en la provincia sureña de Estiria. En esas elecciones, el partido incluyó como material de campaña electoral un juego de ordenador en el que los usuarios podían disparar contra mezquitas.