Geert Wilders no logra la recusación del presidente del tribunal que le juzga

los parlamentarios democristianos dan su visto bueno a un gobierno con el partido islamófobo

Deia, agencias, 06-10-2010

Amsterdam. La Sala de Recusación del juzgado de Amsterdam rechazó ayer sustituir por presunta parcialidad a los magistrados que procesan al diputado holandés antimusulmán Geert Wilders, con lo que el juicio se reanudará mañana, miércoles. Los magistrados argumentaron que el comentario hecho por el juez Jan Moors, que preside el juicio a Wilders, fue “desafortunado” pero sin base suficiente como para reflejar una posible parcialidad, como pretendía la defensa del político de extrema derecha. El juez que preside el juicio a Wilders, Jan Moors, dijo el lunes que el político eludía el debate al decidir permanecer en silencio durante el juicio, lo que fue interpretado por el acusado y su abogado, Bram Moszkowizc, como un indicio de parcialidad por parte del magistrado. Al ser rechazado el recurso, el juicio a Wilders, que está acusado de incitación al odio y discriminación a los musulmanes, continuará su curso hoy, miércoles.

Wilders, líder del partido PVV que apoya a los democristianos (CDA) y liberales (VVD) en el Gobierno entrante en Holanda, mantiene que su juicio es un proceso político.

El diputado mantuvo el lunes, durante la primera vista del juicio que “no retira” ninguna de sus palabras en contra del Islam, al que ha calificado de “régimen totalitario”, y añadió que se trata de una religión que “intenta eliminar a otros”.

Uno de los comentarios más criticados de Wilders es la comparación que hizo del Corán con el libro Mein Kampf de Adolf Hitler. Estas afirmaciones, sus comentarios en foros de internet y su película de 17 minutos Fitna que fue difundida online en 2008, le han supuesto la apertura de un proceso penal en su contra que podría costarle un año de cárcel y una multa de hasta 7.600 euros.

El PVV, que registró en los comicios de junio un acusado avance (logró 24 escaños de los 150 del Parlamento, frente a los 9 que tenía antes) ha sido clave para hacer posible el acuerdo de Gobierno al que llegaron el CDA y el VVD el pasado miércoles. Ambas formaciones optaron, tras casi cuatro meses de negociaciones infructuosas, por formar un Gobierno en minoría con el apoyo parlamentario de la ultraderecha de Wilders, quien ya ha logrado imponer reivindicaciones como el endurecimiento de la política de inmigración con el objetivo de reducir la entrada de inmigrantes en un 50%. Ayer mismo, los 21 diputados democristianos (CDA) de Holanda daban luz verde al acuerdo de gobierno alcanzado con los liberales de derecha del VVD para formar una coalición de minoría apoyada en el Parlamento por el partido de ultraderecha antimusulmán holandés (PVV) de Geert Wilders.

reparto de carteras Tras el respaldo de los afiliados del CDA el pasado domingo al pacto de gobierno, faltaba el apoyo de ese grupo parlamentario para poder pasar a la siguiente fase para la formación del Ejecutivo, en la que se buscan ministros para las diferentes carteras. El CDA está profundamente dividido por los partidarios y los contrarios a la colaboración con los antimusulmanes. Para los críticos, el apoyo del partido antimusulmán “ataca los principios” de la Democracia Cristiana, que tiene como uno de sus valores principales la libertad de religión.

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