Wilders se presenta como una víctima
El ultraderechista holandés acusa de «parcial» al tribunal que lo juzga por incitar al odio
El Mundo, , 05-10-2010MARÍA RAMÍREZ / Bruselas
Corresponsal
GeertWilders, el líder de la ultraderecha
que permite la formación de
un nuevo Gobierno en Holanda, defendió
ayer ante un tribunal su derecho
a decir «la verdad» y describir
el Corán como «fascista» en su discurso
habitual contra el islam.
En su primera comparencia en un
juicio tras ser denunciado por incitar
al odio, el líder del Partido por la
Libertad sólo pronunció unas palabras
para reafirmarse en sus contundentes
opiniones contra los musulmanes.
«Expresé mi opinión y seguiré
siendo crítico.Mi opinión no
es otra que la verdad… Conmigo va
la libertad de expresión de muchos
holandeses», dijo Wilders ante el
juez en un discurso de un par de minutos.
«He dicho lo que dije y no retiraré
ni una sola palabra, pero esto
no significa que haya dicho todo lo
que seme atribuye», declaró el poderoso
político holandés, que aseguró
que prefería guardar silencio.
Tras varios retrasos, el juicio en
el tribunal de Amsterdam coincide
con el pacto de Wilders para dar
apoyo permanente en el Parlamento
a un Gobierno en minoría de democristianos
y liberales de derecha,
cuatro meses después de las
elecciones. El ultraderechista ha
conseguido convertir a su grupo en
la tercera fuerza política con un
programa contra la inmigración
que comparten, en gran medida, el
resto de partidos.
Wilders asegura, además, que el
juicio desencadenado por la denuncia
de una ONG es un «proceso político
» y su defensa aprovechó un
comentario del presidente del tribunal
para pedir la recusación delmagistrado
por supuesta parcialidad.
El juez señaló queWilders suele
hacer declaraciones y después callar
sin más argumentos. «Se le da
bien tomar posiciones y evitar después
la discusión. Parece que eso
es lo que está haciendo hoy aquí
una vez más», dijo. El abogado de
Wilders saltó de inmediato y pidió
un cambio de juez tras comentarios
que considera «inapropiados, vergonzosos,
incluso escandalosos».
«Con el presidente y este tribunal
un juicio justo es imposible», aseguró
un representante de la defensa,
que tendrá hoy una audiencia
para pedir un cambio de magistrados.
Si hubiera que formar un nuevo
tribunal, el juicio se retrasaría
varios meses.
Un grupo de activistas contra el
racismo llamado Netherlands Admits
Colour denunció a Wilders,
tras recoger un centenar de declaraciones
suyas contra el islam, en
particular un artículo donde comparaba
esta religión con el nazismo.
Pero éste no es ni mucho menos
el primer encontronazo deWilders
con los límites de la libertad
de expresión.
En el año 2008, su documental
Fitna, una denuncia del islam como
instigador de la violencia, tuvo una
distribución limitada, ya que incluso
algunos servidores web, como
Network Solutions en Estados Unidos,
vetaron la páginas dondeWilders
intentaba colgar el film.
En febrero de 2009, el holandés
fue arrestado en el aeropuerto de
Londres y expulsado de vuelta a
casa cuando intentaba presentar
su película. Un año después, tras
las protestas diplomáticas de Países
Bajos, consiguió entrar en Reino
Unido y proyectarla en la Cámara
de los Lores por la invitación
de uno de sus miembros, del
partido euroescéptico UKIP (Partido
de la Independencia del Reino
Unido.
El juicio actual en Amsterdam
coincide con un momento delicado
para la frágil coalición holandesa.
Los liberales de la derecha de
Mark Rutte, el partido que obtuvo
más escaños en el fragmentado
Parlamento holandés, han aprobado
el acuerdo conWilders, que incluye
una restrictiva política sobre
inmigración que evitará que los residentes
legales de fuera de la
Unión Europea lleven a sus parejas
o hijos a Holanda y presentará
la prohibición del burka ante el
nuevo hemiciclo.
El pasado sábado, los democristianos
aceptaron participar en el
Gobierno en minoría, pero aún están
divididos sobre si colaborar o
no con el grupo más a la derecha y
tendrán que volver a votar hoy sobreWilders.
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