«Marruecos está abriendo la mano con las pateras»

Guardias civiles creen que, desde los incidentes de Melilla, Mohamed VI controla con «pasividad» la inmigración

El Mundo, OLGA R. SANMARTÍN / Madrid , 05-10-2010

El fenómeno de las pateras, prácticamente extinguido, ha resurgido en los últimos días con la llegada a las costas mediterráneas de al menos 330 sin papeles en más de una veintena de embarcaciones. El buen tiempo, la fase menguante de la Luna (que propicia la oscuridad), el final del Ramadán y el modus operandi de las mafias, que envían a sus víctimas en varias barcas a la vez para burlar mejor a las Fuerzas de Seguridad, son factores que explican el auge repentino de las travesías clandestinas. Pero hay una razón más: desde el conflicto diplomático de agosto entre España y Marruecos, el país vecino controla la inmigración ilegal con «pasividad», con «dejación» y con «falta de colaboración».

Así lo aseguran los guardias civiles que se dedican a la lucha contra la inmigración clandestina en las zonas calientes: Granada, Almería, Melilla, Ceuta y Murcia. «Marruecos está abriendo la mano bastante con las pateras», coinciden las fuentes consultadas. ¿Desde cuándo? «Desde principios de agosto».

En Granada, el destino número uno de pateras este año, se ha llegado a suspender la práctica formativa de intercambio de experiencias y patrullaje que la Guardia Civil mantenía con los gendarmes marroquíes, denuncian las fuentes consultadas. «Desde los incidentes con Melilla nos dijeron que no fuera nadie más a Marruecos», explican. «Hace un par de semanas lo hemos retomado y precisamente hoy [por ayer] viene un equipo marroquí, pero las patrullas conjuntas han estado suspendidas todo este tiempo». Los agentes de esta zona han detectado un auge en la llegada de subsaharianos de Senegal, Cabo Verde o Camerún, desde donde hacen una larga travesía terrestre hasta Marruecos. Allí esperan, a veces largo tiempo, hasta que pueden echarse a la mar.

En Melilla, donde se escenificaron las hostilidades y bloqueos marroquíes, el ritmo de intentos de entrada de sin papeles se ha multiplicado desde que, el 6 de agosto, el país vecino acusara a la Guardia Civil de «torturar y abandonar» a inmigrantes . Si entre enero y julio las llegadas se podían contar con los dedos de una mano, ahora los agentes tienen que bregar con una o dos lanchas diarias.

Las mismas fuentes añaden que, desde esa fecha, las autoridades marroquíes rechazan por sistema a los indocumentados que son objeto de devolución por parte de España. Y que incluso han llegado a fotografiarles cuando estaban en una operación de rescate, como una forma de decir: «Os estamos vigilando».

Precisamente el domingo, en un novedoso modo de acceso a Melilla, siete subsaharianos entraron a bordo de una barca del estilo de las que usan los pescadores marroquíes, informa Paqui Sánchez.

En Ceuta, los guardias civiles dicen que en agosto han entrado más inmigrantes en balsas neumáticas que en todo el año, y que ya ni esperan a que sea de noche. «Entran de día, nadando con aletas y un traje de neopreno». Desde el Ministerio del Interior apuntan que este repunte «no es muy significativo» y recuerdan que las llegadas han descendido de forma considerable. En lo que va de año, unos 1.800 inmigrantes llegaron a las costas españolas. El año anterior fueron más de 7.000, lo que ya era un descenso de casi la mitad respecto a 2008.

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