ANIVERSARIO

El presidente alemán pide más integración de los extranjeros

El Día, EFE, Berlín, 04-10-2010

El presidente de Alemania, Christian Wulff, hizo ayer un llamamiento a la integración de los extranjeros residentes en este país y a la convivencia de las culturas con motivo del 20 aniversario de la unificación del país, que agradeció especialmente a los ciudadanos de la extinta Alemania Oriental.

“Un país liberal como el nuestro vive de la diversidad, de los distintos proyectos de vida. Vive de la apertura a nuevas ideas, ya que, de lo contrario, no podría perdurar”, dijo Wulff en su discurso en el acto central de las conmemoraciones celebrado en Bremen (norte del país), ante la asistencia de la cúpula política del país.

Mientras tanto, decenas de miles de ciudadanos se sumaban a las fiestas populares organizadas en esa ciudad hanseática y en Berlín para celebrar las dos décadas de unidad nacional que se alcanzó el 3 de octubre de 1990, once meses después de la caída del Muro.

Recordando el lema que gritaban los ciudadanos de la extinta República Democrática Alemana (RDA) en las manifestaciones que condujeron a la caída del régimen comunista, Wulff entonó la frase “Somos un pueblo” y dijo que “es una invitación a la unidad dirigida a todos los que viven aquí”.

Guiño a los musulmanes

“Naturalmente soy también el presidente de los musulmanes”, dijo el jefe de Estado alemán al intervenir en la discusión que durante las últimas semanas ha agitado a este país por la deficiente integración de una minoría de inmigrantes que profesan esa religión.

“Somos Alemania. Sí, somos un pueblo. Y debido a que la gente con raíces extranjeras es importante, no quiero que sean heridos en debates que resultan necesarios. No debemos permitir la formación de leyendas, la cimentación de prejuicios y marginaciones. Esto es algo en nuestro propio interés nacional”, afirmó.

El presidente alemán expresó su agradecimiento no solo a los ciudadanos de la extinta RDA, sino a los sindicalistas polacos que dieron vida a Solidaridad; a Hungría por abrir sus fronteras en el verano de 1989 y a Rusia y el último presidente soviético, Mijail Gorbachov.

Wulff recordó igualmente a los políticos alemanes que protagonizaron la llegada de la unificación, como el entonces canciller Helmut Kohl o el último primer ministro de la RDA, Lothar de Maiziere, pero también a los viejos cancilleres que buscaron esa meta como Willy Brandt o Helmut Schmidt.

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