Wilders será juzgado por incitar al odio racial y a la discriminación

El proceso inicia mañana en Amsterdam, mientras el político protagonizó ayer un acto en Berlín

Deia, Agencias, 03-10-2010

Amsterdam/Berlín. El diputado antimusulmán Geert Wilders, en el que se han apoyado los democristianos (CDA) y liberales (VVD) para formar Gobierno en Holanda, será juzgado a partir de mañana en Amsterdam por incitar al odio racial y a la discriminación contra los musulmanes. Wilders, líder del Partido para la Libertad (PVV) de extrema derecha, que quedó tercero en las elecciones legislativas anticipadas del 9 de junio, tendrá que sentarse ante el juez por calificar al islam de “régimen totalitario” y comparar el Corán con el libro Mein Kampf de Adolf Hitler. Estas afirmaciones, sus comentarios en foros de internet y su película Fitna, difundida on line en 2008, le han supuesto la apertura de un proceso penal en su contra que podría costarle un año de cárcel y una multa de hasta 7.600 euros.

El abogado de Wilders, Bram Moszkowicz, sostiene que es innegable que el islam es “una ideología peligrosa” y defiende que su cliente se ha limitado a decir la verdad y no se puede condenar a una persona por decir la verdad, según unas declaraciones de las que se hace eco la prensa holandesa. El proceso que comienza mañana se extenderá toda la semana y parte de las dos siguientes, lo que retrasará la decisión de los jueces hasta el 4 de noviembre. El PVV que registró en los comicios de junio un preocupante avance (logró 24 escaños de los 150 del Parlamento, frente a los 9 que tenía antes) ha sido clave para hacer posible el acuerdo de Gobierno al que llegaron el CDA y el VVD el pasado miércoles.

Ambas formaciones optaron, tras casi cuatro meses de negociaciones infructuosas, por formar un Gobierno en minoría con el apoyo parlamentario de la ultraderecha de Wilders, quien ya ha logrado imponer reivindicaciones como el endurecimiento de la política de inmigración, con el objetivo de reducir la entrada de inmigrantes en un 50%. De hecho, los democristianos debatieron ayer en una reunión extraordinaria de su partido sobre la controvertida colaboración política Wilders prevista en el acuerdo de gobierno en minoría.

Mientras, el líder de la extrema derecha holandesa se encontraba ayer en Berlín, donde el polémico político protagonizó un acto de un nuevo partido de corte ultraderechista, que se vio acompañado por protestas de grupos de izquierda a las puertas del lugar de la concentración. Wilders intervino ante unos 500 simpatizantes en un céntrico hotel berlinés que le aclamaron repetidamente, mientras docenas de agentes de la Policía vigilaban los exteriores para evitar agresiones por parte de militantes de izquierdas. “También Alemania necesita un movimiento político que defienda la identidad nacional del país y haga frente a la islamización”, afirmó Wilders ante los congregados.

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