Esta noche llega a las salas de cine del país el primer largometraje de ficción del director guayaquileño Fernando Mieles. Se trata de Prometeo deportado, un proyecto que le tomó más de diez años “y que reflexiona sobre el país y sus habitantes”, señala el actor Raymundo Zambrano, quien forma parte del elenco. Esta cinta reúne a actores de diversas ciudades del Ecuador.

En esta producción no hay personajes principales, sino que todos aportan equitativamente en la historia, la cual se centra en las frustraciones, los sueños, la felicidad y la tristeza de aquellos hombres y mujeres ecuatorianos que van siendo detenidos por migración en la sala de espera de un aeropuerto internacional. Es una película coral, como apunta su director.

Carlos Gallegos, quien personifica a Prometeo, menciona que Mieles es un director meticuloso y apasionado por su trabajo, “siempre quería mejorar mucho más las escenas”.

Prometeo es un mago escapista que es optimista, crea ilusión, alegría y esperanza en la gente. Gallegos menciona que encarnarlo fue rememorar las experiencias que tuvo entre el 2002 y el 2008 cuando ejecutó el proyecto ‘La vuelta al mundo en 80 meses’, que consistió en llevar su teatro a los cinco continentes pero tuvo inconvenientes “por tener pasaporte ecuatoriano”.

Afirma que en la película se encontró con gente de teatro de varias generaciones a la cual conocía. “Nos divertimos mucho y ahora pienso aprender cine, escribí cortometrajes y actuaré en la cinta La llamada”.

Lucho Mueckay, quien ha participado en proyectos de cine, encarna al hombre del maletín, dueño de una agencia de viajes y “que embarca a mucha gente y cae en su propia trampa, pero que donde hay crisis ve la oportunidad de hacer dinero”.

Agrega que Mieles le confió este personaje a él porque “decía que quien represente al hombre del maletín tenía que manejar un humor profundo”. Mueckay considera que el realizador “determinaba los personajes de acuerdo a los actores. Nos dejó gran libertad para poder trabajar y eso hizo sentirme muy confiado”. Afirma que sabía que apoyaba “un viejo sueño” de Mieles y cree que Prometeo deportado marcará un antes y un después en el cine de Guayaquil.

Rodando esta cinta Mueckay se animó a transformar en guión su obra teatral No puedo verte triste porque me mata. Esa adaptación salió favorecida en la convocatoria 2009 del Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine) en la categoría escritura de guión.

Raymundo Zambrano representa a Hemeregildo, quien desea llevar unos regalos a su familia que vive en Europa y “ya en la sala de espera se le transforma la vida”, comenta. Añade que Prometeo deportado es rica en lenguajes porque “reúne surrealismo y realismo mágico en un sitio impersonal y convencional como la sala de un aeropuerto, donde hay gente de diversos caracteres y culturas”. Oderay Game, productora de Prometeo deportado, dice que este filme estará en cartelera seis semanas.