A diferencia de su predecesora, la ‘Río Adaja’, no ha sido presentada en sociedad, pero ya navega por aguas valencianas. El Gobierno ha entregado al Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Valencia la embarcación de altura más esperada por los agentes y mejor capacitada para vigilar en el mar.

Se llama ‘Río Segre’, tiene 30 metros de eslora y está dotada con los medios más modernos ante la llegada de pateras y traficantes de droga. Sin embargo, llega con retraso, pues la oleada estival de inmigración ilegal ha cesado con una estela de cifras trágicas: siete pateras han llegado a la Comunitat y dos de ellas se hundieron cerca de Altea y Tabarca, lo que hizo que el mar trajera un reguero de cadáveres entre julio y agosto. La mayoría de inmigrantes fueron interceptados, algunos en alta mar y otros al alcanzar el litoral alicantino.

La fecha oficial de entrega de la ‘Río Segre’ era el 31 de mayo, pero su complejidad técnica al tratarse de un barco de última generación y la fase de pruebas que siguió a su fabricación impidió disponer de ella antes del verano.

En cualquier caso, la tardanza no es lo que más preocupa. Según la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en la Comunitat, «su asignación a Valencia será de unos dos años, que se corresponde al tiempo de garantía. Después se destinará a Canarias definitivamente, al menos esta es la intención de Interior». Como lamentaron, «parece que somos una zona de pruebas de embarcaciones nuevas que luego acaban prestando servicio definitivo en otros lugares».

Los agentes consultados consideran que la Comunitat merece una embarcación de estas características «de manera fija y no provisional». Si el temor se cumple, la historia volverá a repetirse. Los agentes valencianos encargados de la seguridad en el mar ya afrontaron la marcha de una embarcación similar. La estancia de la ‘Río Adaja’ en la Comunitat fue efímera. Se presentó oficialmente en marzo de 2005 en Valencia, incluidos honores y entrega de bandera en el Club Náutico. Fue eje en la vigilancia del litoral durante la Copa América.

Como recalcó en su día AUGC, «está asignada al Servicio Marítimo provincial de la Guardia Civil de Valencia», sin embargo surca el mar a cientos de kilómetros. Desde noviembre de 2008 «vigila pateras cerca de las costas de Senegal y Mauritania». Así, la Comunitat se quedó durante más de año y medio sin embarcación de altura.

«Donde más se necesitan»

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, tiene una visión diferente: «Combatimos actividades delictivas y los medios del Gobierno prestan servicios donde más se necesitan», explicó. «La actividad delictiva no se queda parada, se mueve ante la respuesta del Estado, lo que obliga a que los medios no se queden quietos. Nuestra tarea no es estar por estar en un sitio».

En palabras de Peralta, la embarcación «está a punto para prestar servicio en la Comunitat Valenciana y su llegada es una prueba del compromiso del Gobierno en la vigilancia de las costas».