Bruselas. El Parlamento Europeo tiene claro a quien debe apoyar en la batalla que mantienen abierta el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la vicepresidenta y comisaria de justicia, Viviane Reding, entorno a la expulsión de gitanos. Ayer un hemiciclo excesivamente vacío volvió a mostrar cual es el sentir. Socialistas, liberales, verdes e izquierda europea respaldaron de nuevo a la luxemburguesa, mientras que euroescépticos y ultraderechistas se posicionaron a favor del dirigente galo. Más cautos esta vez, los representantes del PPE que reconocieron la potestad de Reding para investigar.

Entre ambos, el presidente permanente de la UE, Herman Van Rompey, que fue escueto e hizo equilibrios para evitar encender de nuevo los ánimos. Dijo que el asunto de los gitanos se abordó durante el almuerzo y que hubo consenso sobre varios puntos. Para empezar que los Estados miembros tienen el derecho y la obligación de actuar para hacer respetar la ley en su territorio. Y, en segundo lugar, que la Comisión Europea tiene el derecho y la obligación de velar porque los estados respeten el derecho comunitario y el derecho y la obligación de realizar investigaciones. Todo esto, eso sí, con respeto.

En una línea muy similar se pronunció el presidente del PPE, Joseph Daul, a cuya familia política pertenece Nicolás Sarkozy. Admitió el derecho de Bruselas a investigar a Francia pero no dejó de recordar la obligación de los gitanos de respetar la ley, escolarizar a sus hijos e integrarse en el país de acogida. Mucho más evidente fue el apoyo liberal. “Es importante que todo el mundo vea que la Comisión trata a todos los Estados miembros por igual, grandes u pequeños. En valores no hay diferencia y hay que aplicar las mismas reglas”, reivindicó el belga Guy Verhofstadt. Mucho más evidente fue el rechazo de los verdes. “No estoy de acuerdo con que la señora Reding tiene que pedir perdón. ¿Por qué han contado los franceses esas mentiras a la Comisión. No entiendo por qué no se le puede al presidente francés que se disculpe”, advirtió la alemana Rebecca Harm.

Al margen de lecturas políticas, la Comisión Europea confirmó ayer que las autoridades francesas han remitido ya a Bruselas “nuevos elementos” para completar la investigación sobre la política de expulsión de gitanos pero siguen sin confirmar si el asunto estará en la agenda de la reunión del próximo 29 de septiembre. “Todas las opciones están abiertas”, afirmó.