Mesa de redacción
Europa resort
Deia, , 22-09-2010EN Francia sobran los gitanos salvo que tengan trabajo fijo, si es que aún existe, y coticen a la seguridad social, que allí se llama contribución social. Al menos, no mienten. Con la seguridad, digo. Porque, se contribuya o no, cada vez es menos segura. Aquí y en la France. El caso es que sobran. Los gitanos. Monsieur Sarkozy dixit. Y en Madrid, al parecer, sobran los mendigos, que son aquellos, payos o no, que no tienen trabajo fijo, porque no hay; ni del otro, que hay poco pero es como la seguridad social: se llama así, trabajo, porque se tiene que llamar de algún modo. Lo de los mendigos, que no son gitanos, ni payos, ni tienen más nación que la acera y no saben nada de eso de las cotizaciones, no lo ha dicho monsieur, sino la señora Botella, quien pese al apellido nada tiene que ver con Bonaparte. Ni con Bruni. A Berlusconi ya le gustaría. Lo de la Bruni. Con el emperador lo tiene más fácil. Il cavaliere parece primo hermano de Napoleón. A él, sobre todo, le han venido sobrando los albaneses. En su día expulsó a tantos como Sarkozy gitanos. Dicen que el futuro del mundo ya está repartido, que Estados Unidos se quedará con el know – how, que no es una raza de perro, Asia con el manufacturing y Europa será un balneario. O un resort. El viejo continente se llenará de yankees con planes de pensiones privados y asiáticos en su cinco días anuales de desestrés de un trabajo que se llama así por llamarse algo. Debe ser cierto. En los balnearios nunca han cabido los mendigos ni los gitanos. Algún albanés, quizás. En un andamio.
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