Una casona abandonada en la calle Gernika de Erandio fue pasto de las llamas sobre las 20.30 horas del pasado lunes. El inmueble, un viejo taller con una vivienda, situado a escasos metros del cuartel de la Ertzaintza, era frecuentado habitualmente por ‘okupas’ que lo utilizaban para pernoctar. Al percatarse del fuego que consumía rápidamente el acceso a la vivienda, su único ocupante se lanzó por la ventana de la segunda planta para escapar de las llamas. Se trataba de Azizi, un inmigrante tunecino de 32 años. Sus heridas no eran graves pero fue trasladado al hospital de Cruces. Los Bomberos sofocaron rápidamente el incendio.

La Policía Municipal de Erandio investiga ahora el hecho. Según indicó ayer uno de sus responsables, las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad de la Policía Autonómica podrían confirmar el carácter intencionado del suceso, al parecer motivado por una disputa. Y es que los nuevos residentes en la casa se han convertido en sus improvisados guardianes.

Un amigo de Azizi narra que el fuego fue originado por un artilugio similar a un cóctel molotov que lanzó a la puerta «un individuo de etnia gitana, vecino del pueblo». Según reveló, esta persona había tenido un desencuentro con los inquilinos el sábado anterior. «Quería apropiarse del mobiliario y de la chatarra del taller, pero se lo impidieron». La cosa no fue a mayores, porque «no querían meterse en jaleos», afirman las mismas fuentes.

Dos días más tarde, las llamas estuvieron a punto de desatar la tragedia. «Podían haberlo matado – señalaba ayer compañero del herido – . Quien lanzó ese artefacto se proponía que ardiera toda la casa», lamentó. La Policía Municipal ha solicitado a Azizi, que fue dado de alta ayer por la mañana, y cualquier otro testigo que proporcionen información sobre lo ocurrido para identificar al autor del incendio.