La expulsión de los gitanos rumanos en Francia ha levantado ampollas en todas las comunidades europeas de esta etnia. Desde la Asociación de Gitanos Rumanos de Alicante también se han hecho eco de lo sucedido en el país galo en las últimas semanas. Su presidente, Mitica Cretu, cree que esto no pasará en España y confía en las instituciones para acabar con la exclusión social que sufren.

- La salida de gitanos rumanos en Francia ha sido uno de los temas del mes, ¿puede pasar algo parecido algún día en España?

- Las situaciones de España y Francia son muy diferentes. Allí, los gitanos rumanos viven en chabolas y, por lo tanto, el Gobierno de Sarkozy se ha apoyado en este hecho para expulsarlos del país. Me parece una vergüenza que el presidente francés realice un acto de este calibre cuando hoy toda Europa clama por la integración. En España nosotros no vivimos ilegalmente, sino que los gitanos rumanos suelen tener su casa, aunque muchas veces, como somos un colectivo en exclusión social y todo lo que ello conlleva, se instalan en pisos en los que viven ocho o diez familias, porque no tienen dinero para pagar un hogar propio.

- Pero, ¿por qué tiene que recurrir a los llamados ‘pisos patera’?

- Es sencillo. Mi gente está teniendo muchas dificultades para conseguir renovar sus papeles, parece que las instituciones no quieren que estemos aquí. Los gitanos vienen a España con su DNI rumano, pero cuando caduca se ven con grandes problemas para renovarlo, lo mismo pasa con la Tarjeta de Sanidad Europea. Entonces se encuentran en un limbo jurídico. Mi mujer acompaña diariamente como voluntaria de nuestra asociación a compañeros y amigos para conseguir la tarjeta sanitaria y es un verdadero infierno para ella ver cómo día tras día vuelve sin que sean reconocidos por las administraciones. Al quedarse sin papeles, mis compatriotas no pueden trabajar, no pueden tener una casa, derecho a la escuela, no tienen casi para comer y se ven abocados a la calle, esto daña nuestra imagen.

- ¿Con qué casos se ha encontrado últimamente aquí?

- Ahora mismo tenemos a un bebé de dos meses que no existe.

- ¿Cómo que no existe?

- No para la administración. Su padre no lo inscribió en el censo y se le ha pasado el plazo. Ahora tampoco puede inscribirlo en Rumanía, por lo tanto, se encuentran en una situación en la que el bebé no se puede declarar en ningún sitio. Esto pasa por que muchas veces ellos vienen aquí sin saber castellano y les es muy difícil conocer los procedimientos a seguir. Tenemos que estar muy atentos para guiarles en todo lo posible. Mi mujer sale a la calle todos los días y sabe lo difícil que es para nosotros conseguir facilidades.

- ¿Y qué soluciones proponen ustedes a este problema?

- La solución es que las instituciones colaboren con nosotros, que nos echen una mano para que mi gente pueda integrarse.

- ¿Cómo cree que deben hacerlo?

- Yo presenté al Ayuntamiento un proyecto para la comunidad gitana rumana, pero me lo desecharon. También entregué otro a la Diputación vinculado al mantenimiento de hogares para que los chicos pudiesen aprender un oficio (fontanería, bricolaje, electricidad.). Se becaba a los chavales, pero volvieron a denegármelo. Creo que es un grave error y da la sensación que el Gobierno local no quiere que los gitanos rumanos se integren.

- ¿Por qué?

- Ellos quieren que los suyos (en referencia a los técnicos municipales y cargos de confianza) sean los que nos organicen los cursos, pero yo creo que debemos tener una persona nuestra dentro de la Concejalía de Acción Social. No que trabajen los payos para nosotros porque a ellos no les duele y ponen menos interés. Además, necesitamos una sede social y yo le propuse al Ayuntamiento hacer un centro de información que agilice los trámites.

- Entonces, ¿considera que el Ayuntamiento les discrimina?

- La verdad es que en el último plan de empleo en el barrio Juan XXIII yo pedí que se me dejasen 3 o 4 trabajadores para nuestra comunidad y no nos dieron ni uno. Si el Ayuntamiento ayudase. la asociación podría conseguir una mayor efectividad a la hora de integrar a nuestros compatriotas aquí.

- Ahora llegan las elecciones y ustedes pueden votar.

- Si ningún partido político nos hace caso, yo fui secretario general de un partido gitano de Rumanía y puede que me plantee presentar una alternativa. Hay que tener en cuenta que en Alicante viven 2.000 o 3.000 familias de nuestra etnia y podríamos conseguir unos buenos resultados electorales.