Sarkozy: "Si a Reading le importan tanto los gitanos, que los acoja en Luxemburgo"
El Mundo, , 16-09-2010Corresponsal
En los últimos dos años Francia ha expulsado casi a 20.000 gitanos, la mayoría rumanos, pero el último millar de este verano ha desatado una furibunda guerra de insultos entre las instituciones de la UE y París. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, sugirió ayer a la comisaria de Justicia, Viviane Reding, que acoja a los nómadas en su país natal. La luxemburguesa anunció el martes que expedientará a Francia y comparó las deportaciones con las entregas de judíos a la Gestapo.
Sarkozy defenderá hoy su política ante los colegas del Consejo Europeo en Bruselas, pero dio ayer un aperitivo de ira. Durante un encuentro con miembros de su partido en el Elíseo, el presidente explicó, según un senador, que su Gobierno «sólo aplica la legislación europea, las leyes francesas y que no hay nada que reprochar a Francia, pero si los luxemburgueses quieren acogerlos [a los gitanos], no hay ningún problema». El senador, Bruno Sido, que no ha sido desmentido, también contó que Sarkozy considera «escandaloso» que «Europa se exprese así sobre lo que ha hecho Francia».
El martes, Reding, que dijo estar «horrorizada» por las deportaciones que no pensaba que volvería a ver en Europa «después de la II Guerra Mundial», exclamó: «¡Ya basta!» y dio un golpe en el podio de la Comisión, donde acusó a Francia de haberla engañado al negar una campaña premeditada para la expulsión de gitanos, demostrada por una circular del Ministerio de Interior francés del 5 de agosto.
El secretario de Estado para la UE, Pierre Lellouche, uno de los presuntos mentirosos en Bruselas, se quejó del «tono» de la comisaria, porque «no son maneras de dirigirse a un gran Estado». La canciller alemana, Angela Merkel, también criticó las formas de Reding y se alineó ayer con Sarko.
Para complicar más la contienda, Luxemburgo también protestó ayer por las palabras de Sarkozy y de los miembros de su partido de la misma familia democristiana dentro del Partido Popular Europeo que Reding por considerar que la comisaria actúa en nombre de su país. «Que Nicolas Sarkozy haga una amalgama entre la comisaria y Luxemburgo es malévolo», dijo el ministro de Exteriores, Jean Asselborn. «Ya sé que Sarkozy tiene problemas con los luxemburgueses, pero no hay que exagerar», dijo el ministro, tal vez en referencia a una de las últimas disputas por su resistencia a los controles exteriores como paraíso fiscal.
El malestar en la Comisión también resultaba ayer evidente, mientras la portavoz de Barroso era incapaz de responder a la simple pregunta de si el presidente había sido informado sobre el contenido del anuncio de Reding antes de que lo pronunciara el martes. Presionada por los periodistas, la portavoz contestó que todo en la Comisión se hace «de forma coordinada» con Barroso. El presidente aclaró después que entendía que Reding se había agitado en la rueda de prensa «en el calor del momento», pero que «no quiso establecer paralelismos entre la II Guerra Mundial y el presente».
La Comisión, entretanto, aún tiene que aprobar el expediente contra Francia, con consecuencias más políticas que prácticas, ya que las sanciones que puede imponer el Tribunal de Justicia de la UE no llegarían hasta dentro de años. El expediente de infracción estará listo en un par de semanas y se votará, como es habitual, por mayoría simple.
El comisario francés, Michel Barnier, tampoco mostró ayer muchas ganas de oponerse con beligerancia. Pidió «calma» y que su colega evite las «comparaciones históricas sin sentido», pero subrayó que la Comisión es guardiana de los tratados de la UE y debe intervenir si no se aplica correctamente un derecho, en este caso el de libre circulación.
La polémica suena a vivida para los veteranos de Bruselas. De hecho, en 1997, el presidente Jacques Chirac reprochó a gritos en su despacho del Elíseo al entonces presidente del Parlamento Europeo, José María Gil-Robles, la aprobación de una resolución que criticaba una nueva ley francesa contra la inmigración ilegal. Los eurodiputados, de hecho, la comparaban con las expulsiones de judíos del régimen de Vichy. La diferencia es que ni la Eurocámara ni la Comisión tenían hace 13 años el poder que pueden desplegar ahora.
OORBYT.es
>Videoanálisis de Iñaki Gil.
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