Un centenar de inmigrantes llegan cada año en patera a la Comunitat
Las Provincias, , 12-09-2010El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, afirmó ayer que no se puede plantear una política de inmigración al margen de la realidad económica de la sociedad, y cifró en un centenar las personas que llegan anualmente en pateras a la autonomía.
Peralta manifestó que «no se puede considerar que sea un gravísimo problema el hecho de que lleguen en un año casi 100 personas», mientras el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, calificó las declaraciones del delegado de «grave irresponsabilidad».
El delegado del Gobierno afirmó que en los años de bonanza económica, el país ha estado en condiciones de absorber mucha mano de obra, «pero esa realidad en estos momentos ha cambiado».
Puntualizó que «no es verdad» que los inmigrantes hayan comenzado a llegar en 2007, puesto que «en la época del gobierno del PP ya llegaron pateras». En todo caso, los populares «cifran ahora en más de 300 personas las que han llegado en pateras desde 2007 a la Comunitat, es decir, que no llega ni siquiera a 100 al año».
En este sentido, matizó que una comunicad que tiene una población extranjera superior a las 800.000 personas, «no se puede considerar que sea un gravísimo problema el hecho de que lleguen en un año casi 100 personas».
Al respecto, el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, calificó de «muy grave e irresponsable» que el delegado del Gobierno «minimice» el problema de la inmigración ilegal en la autonomía.
Para el conseller, «si para el delegado la llegada de inmigrantes no es motivo de preocupación, debería dimitir de su cargo y dedicarse a otras cuestiones porque no esta a la altura del cargo que representa».
Al respecto, señaló que las declaraciones de Peralta «sólo demuestran que ante un drama humano como el de la inmigración, el Gobierno socialista se tapa los ojos y mira a otro lado en lugar de abordar el problema desde la seriedad y responsabilidad que merece». Frente a ello, aseguró que para el Gobierno valenciano la inmigración ilegal «no es una cuestión de números, sino un verdadero drama».
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