Familiares reciben cuerpo de inmigrante asesinado

El Universo, 11-09-2010

En un vuelo de Aerogal llegó ayer a Guayaquil el cuerpo del ecuatoriano Jorge Martínez, asesinado de un disparo el pasado 3 de septiembre en Nueva York, por un francotirador aún no identificado.

Junto a él arribaron sus dos hijos, Jennifer, de 16 años, y Jorge, de 14, así como su ex esposa, Gisela Fuentes.

Los restos llegaron a las 08:20 al domicilio de su madre, ubicado en la cooperativa Diez de Enero, en la quinta etapa de la ciudadela El Recreo, manzana B, solares 1 y 2, donde fueron velados en compañía de familiares y amigos y entre la curiosidad del vecindario.

“Fue difícil conseguir el dinero para traerlo, pero aquí estamos por mi papá”, señaló Jennifer Martínez, quien agradeció la ayuda de medios de comunicación de EE.UU. y donaciones de particulares, resaltando que la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) no se ha contactado con ellos ni otra dependencia del Gobierno se ha hecho presente.

Sobre los asesinos de su padre afirma que en EE.UU. la policía aún no halla a los responsables, y que los primeros indicios señalan que “unos muchachos que se drogaban en grupo empezaron a disparar y una bala atravesó el techo del furgón que manejaba mi papá y lo mató”.

El cuerpo de Martínez será trasladado hoy al cantón Vinces, provincia de Los Ríos, donde será sepultado junto a la tumba de su padre.

Aún sin pistas

En Nueva York, la policía afirmó que se trataría de un solo francotirador que la noche del pasado viernes disparó desde la azotea de un proyecto de viviendas sobre vehículos aparcados y en movimiento, acertando fatalmente en el que conducía Martínez.

“El pistolero puede haber estado probando su arma”, dijo un agente, quien señaló que nueve casquillos se encontraron en la terraza de los edificios Marlboro Houses, en Gravesend, Brooklyn.

La policía halló otros coches con decenas de impactos de disparos. “Si el autor de este crimen no tenía ningún escrúpulo en disparar indiscriminadamente, estamos ante un individuo al que no le importa la vida humana”, dijo un agente que no se identificó.

Residentes de Marlboro Houses dijeron que escucharon varios disparos provenientes del inmueble a la misma hora en que murió Martínez y que en un departamento del séptimo piso, del lado del que salieron los disparos, con frecuencia se producen escándalos que terminan a balazos debido al consumo de drogas.

Los agentes reconocieron que hasta el viernes no tenían ninguna pista en firme, pero que continuaban recogiendo evidencias y testimonios.

Los investigadores de la policía quieren descartar la posibilidad de que un francotirador entrenado disparó deliberadamente contra Martínez, quien tenía nueve años viviendo en Estados Unidos y laboraba en la noche como distribuidor de una panadería.

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