Internacional

Francia desoye a la Eurocámara y expulsará a más gitanos

El Parlamento Europeo condena la política de Sarkozy en una resolución que no es vinculante

ABC, ENRIQUE SERBETO / BRUSELAS, 10-09-2010

El Parlamento Europeo aprobó ayer una resolución en la que condena las expulsiones de ciudadanos rumanos de etnia gitana que ha llevado a cabo el Gobierno francés y pide que se detengan inmediatamente. Todo el peso político de uno de los grandes países miembros y del presidente Nicolas Sarkozy no ha logrado paralizar un documento inspirado por los grupos de izquierda y los liberales. El Parlamento criticó también la actitud de la Comisión Europea que ha evitado en todo momento enfrentarse a París y, de hecho, ha sido el principal garante de la política francesa frente a las denuncias de violaciones de la legislación comunitaria sobre la libre circulación de personas.
Sin embargo, la resolución —presentada por liberales, socialistas, comunistas y verdes y aprobada por 337 votos a favor, algunos de ellos al parecer provenientes del grupo popular, y 245 en contra— no tiene carácter vinculante. Tanto es así que tras su aprobación en Estrasburgo, el ministro de Inmigración francés, Eric Besson, reiteró que el Gobierno de Sarkozy seguirá adelante con las expulsiones de los extranjeros que se encuentran en su territorio de forma irregular. En un duro comunicado, Besson denunció «la proliferación de mentiras y caricaturas» vertidas sobre este asunto.
«De manera voluntaria»
El ministro de Inmigración también subrayó que Francia no ha tomado ninguna medida específica contra los gitanos: «Los gitanos no son considerados como tales, sino como ciudadanos del país del cual poseen la nacionalidad. El trato reservado a estas personas no tiene ninguna relación con su pertenencia real o supuesta a la comunidad gitana … Francia no está aplicando ninguna expulsión colectiva. Cada decisión se toma después de examinar cada caso individual, bajo el control de un juez … Las personas que han decidido coger los vuelos fletados especialmente lo han hecho de manera voluntaria».
En clave europarlamentaria, la resolución estuvo marcada por el intento del Grupo Popular de presentar una resolución alternativa que, con buen criterio, se pronunciaba a favor de una estrategia común europea para la integración de los gitanos. Dicha resolución fue rechazada precisamente porque no incluía una mención específica a Francia. Los diputados conservadores franceses lamentaron el resultado de la votación «por sus anatemas hipócritas y sus condenas sin fundamento, lo que contribuye a enturbiar el debate» sobre la situación de los gitanos de origen rumano en otros países de la Unión Europea.
En su resolucioón el Parlamento se declaró «muy preocupado por las medidas adoptadas por las autoridades francesas, así como las de otros países, contra gitanos, incluyendo su expulsión». Los redactores han estado negociando sobre todo esta frase y si se incluía o no una mención expresa a Francia, ya que sobre el fondo del asunto no había discrepancias entre los grupos. Los promotores del texto prefirieron preservar esa mención concreta a Francia antes que lograr el consenso de la Cámara.
Los diputados decidieron que debían condenar «esta actitud que se ha sumado a una ola de estigmatización y de denigración general de los gitanos en el discurso político».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)