Barroso pide no avivar fantasmas del pasado con la expulsión de gitanos - BEATRIZ NAVARRO * El (mal) estado de la Unión * Ejes del discurso Barroso pide no avivar fantasmas del pasado con la expulsión de gitanos
Bruselas revisará el uso de los fondos europeos para la integración de minorías
La Vanguardia, , 08-09-2010José Manuel Durão Barroso utilizó ayer su primer discurso sobre el estado de la Unión ante el Parlamento Europeo para advertir a los gobiernos de que “el racismo y la xenofobia no tienen cabida en Europa” y pedir que ante un problema tan delicado como la integración de la población gitana “nadie despierte fantasmas del pasado”. “Todos los europeos deben respetar la ley, y los Gobiernos deben respetar los derechos humanos, incluidos los de las minorías”, afirmó el presidente de la Comisión Europea.
La polémica deportación de Francia de cientos de rumanos y búlgaros pertenecientes a esta etnia ocupó buena parte del debate celebrado ayer en Estrasburgo con un formato nuevo, de reminiscencias washingtonianas, con el que se quiere dar más peso al debate político europeo y tratar de acercarlo a los ciudadanos. El claro distanciamiento de Barroso de la retórica inflamada que ha rodeado a la iniciativa del Gobierno francés satisfizo en un primer momento a los eurodiputados, que lo recibieron con aplausos. Pero pronto desde la izquierda se le reprochó su tibieza, al no haber citado en ningún momento a Francia ni al presidente Nicolas Sarkozy al evocar el asunto.
Trata la Comisión Europea de navegar entre dos aguas, defendiendo por un lado la no discriminación de los ciudadanos europeos y su derecho a la libre circulación, pero también las obligaciones y límites de algunos derechos derivados de la pertenencia a la Unión Europea. En ese sentido, Durão Barroso reclamó “responsabilidad” a todo el arco parlamentario a la hora de abordar el problema, para no permitir que “las fuerzas populistas puedan explotar de forma populista el sentimiento de inseguridad”.
Socialistas, liberales y verdes tuvieron las palabras más duras contra la política de deportaciones aplicada por Sarkozy, a la que dedicaron calificativos como repulsiva, racista e injusta. Todos los grupos, con excepción del Partido Popular Europeo, tacharon de tibia la actitud de Bruselas, que sigue sin decidir si la reciente deportación de cientos de gitanos rumanos y búlgaros se ha hecho o no de manera conforme con las normas europeas.
Después de varias reuniones tanto a nivel político y técnico, la Comisión Europea ha vuelto a pedir más información a París para cerciorarse de que las expulsiones fueron voluntarias y valoradas caso por caso, reveló ayer la comisaria de Justicia, Vivian Reding, en un debate posterior con los diputados. Con todo, se declaró satisfecha por las “garantías” ofrecidas por el Gobierno francés de que “no ha habido ninguna acción organizada contra los gitanos”.
Bruselas, explicó Reding, sigue investigando “los hechos” en sí, para comprobar “que lo que dicen se corresponde con la realidad in situ”. La Comisión Europea, dijo, no dudará en actuar si detecta que violaciones de los derechos humanos: “He demostrado que ya soy capaz de llevar a los estados grandes a los tribunales”, recalcó la veterana comisaria luxemburguesa, defendiéndose del aluvión de críticas a su"pasividad".
Bruselas mostró su comprensión con los argumentos de Francia sobre los problemas de integración de la comunidad gitana europea anunciando la creación de un grupo de trabajo para revisar cómo gasta cada Gobierno los fondos europeos para la integración de minorías como la gitana. Francia ha criticado reiteradamente que Rumanía no dedica suficiente dinero a este objetivo, a pesar de las ayudas comunitarias que tiene a su disposición. El objetivo es dinamizar y mejorar el uso de estas partidas
Formará parte de ese grupo el comisario de Asuntos Sociales László Andor, húngaro, que ayer exhortó a los diputados a comprender en su globalidad el problema. Antes de 1989, recordó, “la mayoría de los gitanos trabajaba, tenía alguna forma básica de vida”. Los gitanos, relató Andor, han sido “las primeras víctimas” de la rápida transición económica que han vivido los países del Este. “No hay solución rápida para este problema, hace falta una estrategia a largo plazo”, con acciones en educación y empleo.
Tanto Reding como Andor criticaron el repentino interés de algunos gobiernos con el problema de la integración de los gitanos. Sólo dos ministros europeos, recordaron, acudieron a la reunión convocada en abril, en Córdoba, por la presidencia española de la UE para abordar el tema.
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