El PP catalán se propuso hace unos meses demostrar que sus tesis sobre inmigración no están aisladas. La formación que dirige Alicia Sánchez – Camacho difundió un folleto en forma de test con un título que lo dice todo: «Muchos lo pensamos, algunos lo decimos». El mensaje está claro: si el PPC es xenófobo, gran parte de la población lo es.

El test consta de 10 preguntas. El folleto advierte de que quien diga sí a ocho o más está de acuerdo «al menos en un 80%» con el PPC. Las preguntas apelan a miedos comunes en una sociedad a la que llegaron cientos de miles de inmigrantes cuando la economía vivía una etapa de expansión que se antojaba imparable.

Las preguntas, por orden y resumidas son las que siguen: ¿pueden Catalunya y España absorber más inmigrantes ? (cuando actualmente apenas sí llegan); ¿deben cumplir la ley también los inmigrantes ?; ¿los inmigrantes deben respetar la convivencia y los derechos de la mujer y los niños?; ¿conocer una lengua común (el folleto no especifica si se refiere al catalán o al castellano) y compartir una cultura son instrumentos de integración?; ¿hay que expulsar a los extranjeros que delinquen sistemáticamente?; ¿hay que vigilar más las fronteras?; ¿hay que mantener becas y ayudas (se entiende que se alude a las ayudas a los no inmigrantes ) pese a la política de integración de foráneos?

Además, hay tres puntos sin pregunta: uno defiende que la pluralidad religiosa no suponga discriminación, otro agradece el esfuerzo laboral de los inmigrantes («merecen nuestra admiración y respeto») y el último defiende el derecho a exigir que se cumpla la ley, a condenar el efecto llamada y a las mafias y a exigir el control de las fronteras, esto es, lo que propone el PP.