REACCIÓN ANTE Los nuevos grupos de 'sin techo'
Vecinos y comerciantes reclaman un mayor control de los nómadas
La opinión se divide entre los que exigen policía y los que piden otras soluciones. El mayor control aleja a trotamundos de la Barceloneta y la plaza de Catalunya.
El Periodico, 05-09-2010Los vecinos y comerciantes del centro de Barcelona y de los barrios afectados por los nómadas urbanos y por la nueva indigencia coinciden en que su presencia permanente en la vía pública representa un problema importante y, por ello, hace falta un mayor control. En lo que no hay consenso es en el tipo de tratamiento y soluciones que se deben ofrecer a estos colectivos, tanto trotamundos de paso que duermen en la calle como inmigrantes que se han ido quedando sin trabajo y personas con escasos recursos económicos que generalmente ocupan la vía pública para beber alcohol con los amigos.
La mayoría coincide en que el problema, del que informó EL PERIÓDICO los días 2 y 3, necesita un tratamiento urgente para evitar una expansión del fenómeno que lo haga incontrolable en el futuro. Pese a que el fenómeno preocupa a todos por igual, se ha notado un descenso en la plaza de Catalunya y en algunos puntos de la Barceloneta, donde se concentraba el mayor número de nómadas y donde ha habido más marcaje policial y otras iniciativas, como actividades dinamizadoras. «Se expandieron entre mayo y junio pero después comenzaron a desaparecer, en especial los que venían de otros países», opina Piero Ferrari, presidente de la asociación de comerciantes de la Barceloneta.
Los encargados del bar Manantial, entre la estación del metro y de Ferrocarrils de la Generalitat en plena plaza de Catalunya también han visto como el fenómeno se frenaba en su zona. «Antes teníamos más indigentes de todas partes. No sé qué ha pasado pero se han ido de este lugar», comenta el encargado. Todo lo contrario que en los más de 20 puntos contabilizados por este diario y donde se generan muchos problemas de convivencia.
Los comerciantes de la calle del Carme, otra de las zonas con una fuerte presencia de nómadas, apoyan las recientes propuestas urbanísticas del ayuntamiento para controlar el fenómeno. La presidenta de la asociación. Yolanda Artacho, cree que en la plaza del Padró las molestias que producen algunos sin techo se podrían solucionar con la instalación de terrazas y con la eliminación de escalones, dos de las medidas que el distrito ya evalúa aplicar en los espacios más conflictivos de Ciutat Vella. «Se debe trabajar en dos frentes: mejoras urbanísticas y medidas sociales de atención para este colectivo», asegura Artacho.
POLÍTICAS SOCIALES / La asociación de vecinos de la Barceloneta asegura que la proliferación de nómadas urbanos ha hecho que los vecinos se priven de disfrutar las plazas públicas. «En la plaza de Hilari Salvador, donde mataron a un barrendero hace cuatro años, ya no va ningún vecino. Allí solo permanecen este grupo de personas. Cuando hay problemas, llamamos a los Mossos pero con esto no solucionamos nada», explica Manel Moscat, presidente de la asociación de vecinos.
La otra entidad vecinal de barrio, la asociación de L’Òstia, cree que la expansión del fenómeno de los nómadas urbanos ha sido ocasionada por la masificación turística que ha atraído a todo tipo de público y que ahora se sufren las consecuencias sociales. «Hacen falta más recursos de atención social, porque el modelo que sociedad capitalista en que vivimos está excluyendo a cada día más familias. Y además de los sin techo que ha habido hasta ahora se añaden los que se van quedando sin trabajo. Al ayuntamiento le preocupa que el problema se visualice, pero ofrece pocas soluciones sociales», asegura Gala, portavoz de la asociación de vecinos de L’Òstia.
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