Sus declaraciones contra los inmigrantes llevan días conmocionando a la sociedad y la clase política alemana. Pero Thilo Sarrazin, miembro de la junta directiva del Bundesbank y del Partido Socialdemócrata (SPD), no parece dispuesto a retractarse. En su libro Deutschland schafft sich ab, el expolítico acusa a los inmigrantes musulmanes de no querer integrarse en la sociedad y afirma que no quiere vivir en un país marcado por sus costumbres. En la presentación, Sarrazin defendió ayer afirmaciones que ha realizado estos días en los medios, como que «los judíos y los vascos tienen un gen particular», insistiendo en que no es una afirmación racista sino una referencia a estudios realizados en EEUU.

DISTANCIAMIENTO / Aunque el Bundesbank decidió en principio mantenerlo en su puesto, ayer se distanció de sus declaraciones a través de un comunicado en el que aseguraba que Sarrazin ha incumplido su obligación de garantizar moderación y cautela. La dirección decidió además mantener una reunión con él para decidir los siguientes pasos.

La presión sobre el Bundesbank es elevada y hasta la cancillera, Angela Merkel, afirmó que «la imagen nacional e internacional del Bundesbank queda afectada por las declaraciones». El SPD quiere expulsarle del partido si no se retracta.