RAFAEL POCH – Berlín. Corresponsal

“Todos los judíos comparten determinado gen”, afirma al diario ‘Welt am Sonntag’
Ex ministro de Economía de la ciudad Estado de Berlín durante nueve años, miembro del SPD y actual vocal de la junta directiva del Bundesbank, Thilo Sarrazin ya se hizo un nombre el año pasado con un discurso retrógrado contra los emigrantes. Su idea es muy simple: la degeneración de la nación alemana por causa del aflujo de emigrantes, gente, dice, que no se adapta y de bajo nivel de inteligencia, que, para desgracia de la nación, se reproduce a un ritmo muy superior al de los alemanes.

“El 40% de todos los nacimientos se registra en las capas bajas”, lo que “disminuye continuamente el nivel de la educación, en lugar de subirlo”, declaró el año pasado a la revista Lettre International refiriéndose a la situación en Berlín. “Árabesy turcos son dos o tres veces más prolíficos que la media, y muchos de ellos ni quieren, ni son capaces de integrarse”, dijo. Ahora Sarrazin ha trasladado sus ideas a un libro que sale a la venta hoy y lleva por título Alemania se desmorona.Su tesis es muy similar al discurso nacional de los años veinte y treinta en Europa, que en Alemania tuvo su peor y más radical expresión al desembocar en una ideología racista exterminadora de judíos. “Los emigrantes cuestan más de lo que aportan y, entre ellos, los musulmanes son los peores por razones culturales”, dice.

En los adelantos realizados sobre el libro, Sarrazin insiste en que Alemania “está aceptando hacerse más pequeña e idiota” por causa de la afluencia de personas procedentes de “Turquía, Oriente Medio y África”.Ayer, en una entrevista en el diario Welt am Sonntag,añadió una frase sobre el determinismo genético de los pueblos; “todos los judíos comparten determinado gen, los vascos comparten un gen particular que los distingue”, dijo. Esa referencia a los judíos es la que ha colmado el vaso, aunque Sarrazin no es un antisemita, sino más bien un antiinmigración y antimusulmán.

“Alguien que trata de definir a los judíos por sus características genéticas está dominado por el racismo”, ha manifestado Stephan Kramer, representante del Consejo Central de los Judíos de Alemania.

Cuando el miembro de la directiva del Bundesbank descalificó el año pasado a la emigración turca, diciendo que su única aportación económica ha sido en el comercio de frutas y verduras, incluyó consideraciones sobre la bondad de la población judía alemana anterior al holocausto, económicamente eficaz y emprendedora. “Ya quisiéramos una emigración como aquella”, dijo entonces. En Alemania viven casi dos millones de inmigrantes turcos, y el presidente de la comunidad turca, Kenan Kolat, pidió públicamente el sábado que se destituya a Sarrazin de su puesto en el Banco Central alemán. Con la referencia de ayer a los judíos, la propuesta ha encontrado finalmente eco institucional.

“En el debate político no caben declaraciones que fomenten el racismo o el antisemitismo”, ha dicho el vicecanciller Guido Westerwelle. El barón de Guttenberg, ministro de Defensa, ha dicho también que con ese comentario sobre el gen judío “Sarrazin ha cruzado la línea de la provocación”, sugiriendo que debe ser destituido.

La canciller Merkel ha calificado de “inaceptables” las declaraciones y ha dicho que espera una reacción del Bundesbank. También en el SPD se disponen a examinar hoy la oportunidad de que tal personaje continúe en el partido, declaró su secretaria general, Andrea Nahles. El futuro de Sarrazin parece decidido, pero su libro, hoy a la venta, podría ser un éxito editorial.