La incertidumbre reina en la población de la pequeña comuna de Ger, perteneciente a la parroquia Gualleturo, del cantón Cañar y nadie parece entender por qué su coterráneo, Luis Freddy Lala Pomavilla, aparece en las noticias mal herido.

Lala fue el único sobreviviente de la masacre contra inmigrantes indocumentados en Tamaulipas, México, que se adjudica al cartel del narcotráfico de Los Zetas.

“Yo solo supe que mi nietito no podía caminar y que del cansancio se desmayaba”, dijo M.J.L.C., abuela del sobreviviente, quien desde ayer cuida a los ocho hermanos menores de la víctima, en una pequeña casa de adobe, que comparte con su hija L. y otros dos nietos, los cuales sufren de discapacidad mental.

Los hermanos de Freddy quedaron a su cargo así como el de su esposa M.A.L.L., desde que la madre de Lala viajó hace dos años a Estados Unidos para reunirse con su esposo, que había emigrado seis años atrás y que por falta de trabajo no termina de pagar la deuda a los traficantes de personas que lo llevaron en un viaje ilegal.

La progenitora adeuda el dinero que le permitió viajar, y además, luego de dar a luz a su último vástago en Estados Unidos hace un año, su situación de salud le impide trabajar.

Esas fueron las razones por las que Freddy decidió emprender una travesía ilegal, de la que se conoce poco pues según sus familiares empezó hace dos meses en barco, pero nadie quiere dar detalles del viaje, ni de los traficantes que lo sacaron de su casa.

“No sabemos quiénes serán”, dice una tía del joven emigrante; mientras otros familiares hablan de amenazas recibidas por parte de los coyotes. Sin embargo, todos se esconden cuando se piden detalles sobre dichas amenazas.

Ayer, el pueblo permanecía desolado, como todas las mañanas. Unos van a ver el ganado, otros a recoger arvejas, y la mayor parte de mujeres se queda en las tareas domésticas”, dice una joven de 14 años, prima de Luis Freddy.

Lo diferente este fin de semana en Ger fue la presencia de dos policías uniformados, que con chaleco antibalas y fusil, recorren las cuatro polvorientas y angostas calles del pueblo.

Para la abuela de Freddy, también la vida es diferente ya que el viernes, su nieta política, esposa de Luis Freddy, salió temprano de casa con problemas de salud en su cuarto mes de embarazo y hasta ayer no retornaba. Otros familiares dijeron que fue a Quito para saber más de su marido, pero nadie precisaba información de su paradero.

La anciana se quejó por la falta de ayuda de las autoridades.

“El Fredicito era el que ayudaba a dar de comer a tanto guagua, era chistoso y juguetón, ahora todos sus hermanos lloran y lo extrañan, y lo peor es que casi no tenemos que comer”, lamenta.

“Tenemos la disposición de dar protección a la esposa y los cuñados (los siete menores de edad), de Freddy, dijo a la AFP el sargento Rodrigo Cabrera, jefe del comando policial de Ducur, Cañar, a 18 km de Ger.

También llegaron a Ger, delegados de la Fiscalía para interrogar a los hermanos de Lala Pomavilla, quienes según vecinos, habrían recibido amenazas de traficantes de personas.

También la Policía Judicial indaga las identidades de los coyotes y supuestas intimidaciones contra familiares del sobreviviente.

Más datos: Viaje de ministra
Lorena Escudero
El presidente del Ecuador, Rafael Correa, dispuso ayer que su ministra de Migración, Lorena Escudero, viaje a México para informarse del caso de las posibles víctimas ecuatorianas de la matanza de 72 emigrantes y ofrecer el apoyo del Gobierno a un ciudadano ecuatoriano que sobrevivió a los hechos.